urbanismo atroz
El proceso de deshumanización del centro de la ciudad continúa sin pausa. La inmensa mancha negra de alquitrán coloniza nuevas calles y extiende sus tentáculos donde aún queda un mínimo rastro de vida. En la calle Ramón Cabanillas podemos observar a estos dos ejemplares únicos de la naturaleza que intentan sobrevivir ante tanto asfalto a su alrededor. Uno de ellos ha sucumbido, ha tenido que rendirse ante el feroz desafío al que ha sido sometido. Al otro no sabemos cuantos días de vida le quedan. Una ciudad amable como Ourense se estaba convirtiendo recientemente en un lugar completamente inhabitable del que solo queremos huir.
María J. Vázquez (Ourense)
aceras completamente abandonadas
Las aceras de la carretera de Reza presentan este estado de abandono. La maleza crece sin límites y alcanza en algunos tramos más de medio metro de altura. Sabemos que estamos lejos del centro de la ciudad y no esperamos que nos pongan rampas móviles, pero al menos esperamos que no se olviden de que existimos.
Marisol A. Fraile (Ourense)
escaleras mecanicas
En la imagen se puede ver la desafortunada aparición de las plantas que en teoría sirven para embellecer las flamantes escaleras mecánicas instaladas recientemente en la calle Concordia. Están totalmente secos. Si algo que acaba de instalar el Ayuntamiento no es capaz de darle el mantenimiento adecuado, ¿cómo podemos esperar que la ciudad y el entorno se mantengan con una imagen adecuada?
Ángeles Fernández (Ourense)
Invadiendo y ensuciando las calles
Vemos con preocupación que la distribuidora BP Oil -situada en el número 30 de la calle San Rosendo- sigue cargando y descargando en la acera recientemente acondicionada por este Ayuntamiento. De esta manera estamos acelerando su deterioro como se puede apreciar en la imagen.
José Manuel González Pérez (Ourense)
calles con tierra
Este es el servicio de limpieza que promueve el Ayuntamiento. Los operarios que pasan con las máquinas dejan puertas y portales salpicados y charcos de agua y, como siempre, sin consecuencias. Así se vio en la calle Mateo de Prado.
Rubén González (Ourense)