“La decisión sobre esta gran y sagrada batalla fue 100 por ciento palestina y quienes la llevaron a cabo la ocultaron de otras facciones y fuerzas palestinas en la región”, dijo Nasrallah en su primer discurso público desde el estallido de las hostilidades.
Así, subrayó que “es una batalla puramente palestina que No está relacionado con ningún otro factor regional e internacional.” y ha subrayado que “provocó un terremoto a nivel militar, político, psicológico y de seguridad en Israel”, según informó el canal de televisión libanés Al Manar.
Hezbolá habla de “ansiedad, pánico y miedo en la dirección enemiga”
Sin embargo, Nasrallah ha argumentado que Hezbollah “se unió a la batalla desde el 8 de octubre”. “Lo que está sucediendo en nuestro frente es muy importante e influyente y no se limitará de ninguna manera (a lo que ha sucedido hasta ahora)”, defendió Nasrallah, en referencia a los enfrentamientos en la frontera entre Líbano e Israel.
Por ello, ha subrayado que “desde el 8 de octubre, la resistencia islámica participa en una batalla real que sólo los presentes en la frontera pueden sentir” y ha sostenido que Estos hechos “no habían ocurrido desde 1948 -año de la creación del Estado de Israel-, incluso en la Guerra de Julio -en referencia al conflicto de 2006-, cuando todas las instalaciones enemigas eran objetivos de operaciones ofensivas.”
“Estas operaciones fronterizas han creado un estado de ansiedad, pánico y miedo entre los dirigentes enemigos y entre los estadounidenses ante la posibilidad de que el frente pueda conducir a una escalada adicional o provocar una guerra amplia”, afirmó, antes de advertir que “existe una posibilidad realista de que esto suceda y es algo eso debe ser tenido en cuenta por el enemigo.”
Así, ha defendido que la decisión de Hizbulá de atacar posiciones israelíes en el norte del país ha provocado que Israel haya tenido que desviar tropas y armamento hacia la frontera con Líbano, donde “se ha atraído a un tercio del Ejército israelí, así como a una parte importante de sus fuerzas regulares y de élite”.
“La mitad de las capacidades navales de Israel están frente al Líbano y Haifa. La mitad de los sistemas de defensa antimisiles de Israel están dirigidos hacia el Líbano. Estos son frutos directos de la batalla en nuestras fronteras”, destacó, antes de indicar que “este miedo hace que el enemigo calcule cuidadosamente en sus pasos hacia el Líbano.”
De este modo, ha subrayado que “todas las posibilidades están abiertas “Las operaciones de la resistencia y la sangre de nuestros mártires transmiten al enemigo que debe considerar que cualquier agresión contra el Líbano sería la mayor estupidez de su historia y de su existencia”, advirtió.
“Cualquiera que quiera evitar una guerra regional tiene que darse prisa para detener la agresión contra Gaza“, explicó Nasrallah, quien sostuvo que un resurgimiento de los ataques de Hezbollah contra Israel “depende de los acontecimientos en Gaza y de la naturaleza de las acciones que sean necesarias”, así como del “comportamiento del enemigo sionista hacia el Líbano”.
Nasrallah también ha destacado que “Irán apoya públicamente los movimientos de resistencia en el Líbano en Palestina, pero no ejerce ninguna hegemonía sobre ellos” y ha aplaudido a los grupos iraquíes y yemeníes que “se han sumado a esta batalla sagrada”refiriéndose a las milicias pro-Irán en Irak y a los hutíes en Yemen.
“Lo que está sucediendo en Gaza no es como el resto de las guerras”, afirmó el líder de Hezbolá, quien afirmó que “el primer objetivo debe ser detener la agresión contra Gaza”. “El triunfo de Gaza significa el triunfo de Palestina y de los Estados y pueblos de la región, especialmente los países vecinos”, argumentó.
Israel “es más débil que una telaraña”
Nasrallah ha sostenido durante su discurso que “la inundación de Al Aqsa ha expuesto las debilidades de Israel”. “Los israelíes piensan ahora, incluso más que yo, que Israel es más débil que una tela de araña”, argumentó, al tiempo que destacó que “la operación allana el camino para una nueva era en la región”.
Asimismo, ha sostenido que el ejército israelí “está evitando una operación terrestre a gran escala en Gaza porque es débil e impotente” y ha sostenido que “las prisas de Estados Unidos por venir a apoyar a Israel han demostrado la debilidad y el fracaso de esta entidad”.
“Israel está repitiendo el error fijar objetivos inalcanzables”, afirmó Nasrallah, quien aseveró que “desde hace un mes, Israel no ha conseguido ni un solo logro militar”. “Lo que está sucediendo en la Franja de Gaza refleja la estupidez y la incapacidad de los israelíes”, porque lo que están haciendo es hacer es matar gente sin lograr logros militares”, afirmó.
Ademásha acusado a Estados Unidos de ser “plenamente responsable de la guerra en Gaza”, que ha calificado de “batalla decisiva e histórica”. “Lo que viene será diferente a lo que vino antes y todos deben asumir la responsabilidad”, argumentó.
De esta forma, ha subrayado que Israel “es la herramienta de ejecución” de Estados Unidos, mientras Washington “impide que cese la agresión contra Gaza”. “Las escenas en Gaza confirman que el final de la batalla será la victoria de Gaza y la derrota del enemigo”, explicó.
“Una nueva etapa histórica”
Por ello, ha indicado que “estos logros, resultados y repercusiones merecen todos estos sacrificios, ya que determinarán una nueva etapa histórica para el destino de los palestinos y de los pueblos y países de la región”, dado que “cualquiera que sea “El gobierno enemigo no podrá cambiar los efectos de la inundación de Al Aqsa para la entidad y su futuro.”
“Las acciones de los hermanos Hamás han demostrado la verdadera identidad de la batalla y sus objetivos, evitando que los enemigos los distorsionen, especialmente en lo que respecta a las relaciones entre las facciones de la resistencia palestina y la región”, argumentó.
“Parece que los gobiernos enemigos no aprenden de sus experiencias”, ironizó, al tiempo que indicó que “las políticas del enemigo se estaban volviendo cada vez más arrogantes, injustas, represivas y humillantes” antes de los ataques perpetrados por Hamás, que dejaron casi 1.400 muertos y más de 240 secuestrados.
De este modo, ha señalado que “la sufrimiento del pueblo palestino es conocido en todo el mundo durante 70 añospero en los últimos años las condiciones impuestas por este gobierno israelí extremista e injusto se han vuelto más duras”, antes de precisar que la situación en la Explanada de las Mezquitas durante los últimos meses “no tiene precedentes desde la ocupación de Jerusalén”.
Así, también ha denunciado “un aumento de asentamientos, asesinatos, detenciones y demoliciones de viviendas en Cisjordania”, antes de lamentar que “todas estas cuestiones eran urgentes sin que nadie en el mundo actuara”
Por ello, ha sostenido que “Era necesario que se produjera un gran acontecimiento que sacudiera a la entidad usurpadoraabrir todos los aspectos humanitarios al mundo y representar la cuestión de Palestina y su pueblo oprimido” y ha aplaudido “a todos aquellos que han mostrado solidaridad” con los palestinos.