El investigador toledano Carmen María Fernández Martos ha abandonado el Hospital Nacional de Parapléjicos, centro donde trabajaba desde 2018 en el papel de la hormona leptina y el efecto de regular su función para “atacar” la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y ver su potencial terapéutico en esta enfermedad. Una investigación que ella ha trasladado a la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU-San Pablo de Madrid.
Así lo indicó en una entrevista con Europa Press, en la que señaló que ha tenido “una inmejorable acogida” en esta institución académica madrileña, que destacó le ha hecho “muy fácil” el traslado, tanto de los fondos como del equipamiento. para desarrollar sus investigaciones.
Una transición que ha supuesto un cambio también para ella, ya que ahora compagina la parte científica liderando un reconocido grupo de investigación, como ya hizo en el Hospital parapléjicopero compartiéndolo con sus responsabilidades académicas y docentes.
Entre los motivos que argumenta para abandonar el hospital de Toledo, Fernández señala el «Precariedad e inestabilidad del mundo científico. y lo contrasta con lo académico.
«No pude estabilizarme en la entidad, habiendo regresado a España a través del programa de captación de talento científico de la Comunidad de Castilla-La Mancha, incluso a pesar de haber contribuido a recaudar una importante cantidad de fondos para la investigación sobre la ELA. , atraer capital humano y el prestigio de entidades como las que patrocinan nuestros proyectos -la Fundación ‘la Caixa’ y la Fundación Luzón-, o contar con una línea de investigación muy distintiva y única en la región que estudia un proyecto de alto impacto. patología social y humana como es la ELA”, argumenta.
Además, lamenta que no se reconozca adecuadamente la figura del investigador y la falta de carrera científica dentro del sistema sanitario español. “Hay importantes limitaciones añadidas que tiene la investigación hospitalaria en este país”, afirmó, añadiendo que el cambio surgió de la oportunidad de poder retener y mantener una línea de investigación y un equipo de trabajo “altamente especializado”, reenfocando su carrera. profesional en otra dirección.
A lo que añade también la oportunidad que le ha brindado el CEU-San Pablo desde el punto de vista investigador, una entidad que, según ha declarado, tiene “muy claro” cuáles son sus objetivos y prioridades éticas, poniendo el foco en la investigación como una parte “muy importante” del desarrollo profesional de los estudiantes.
‘Metabolep’
Respecto a la investigación ‘Metabolep, una potencial diana terapéutica para la ELA dirigida al metabolismo: la Leptina’ y el punto en el que se encuentra tras esta transición, el investigador toledano explicó que la transferencia del proyecto está completa y que tanto desde Parapléjicos como desde El CEU apoyó la portabilidad, por lo que se han reorganizado los convenios con la Fundación Luzón y ‘la Caixa’ para que todo llegue a buen fin, pudiendo así culminar el proyecto de investigación seleccionado en la segunda Convocatoria de Investigación en Salud de la entidad bancaria.
Así, tras agradecerlo a todas las partes implicadas en el proceso, indicó que continúa coordinando un grupo de investigación multidisciplinar e internacional en un proyecto que finalizará a principios del próximo año y que ahora se encuentra en la fase de “terminar” el experimentos que quedaron pendientes y publicar todos los resultados que se han generado en estos años, “para cerrar esta etapa y comenzar otra”.
En concreto, Fernández explicó que el punto en el que se sitúa la investigación es poder ampliar sus resultados “más allá de ‘Metabolep'”, un proyecto de investigación que ha arrojado resultados muy relevantes y un enfoque terapéutico novedoso, con el foco en los tejidos periféricos. con un papel relevante en el control de la función metabólica.
Así, trabajan, por un lado, con el CEU-San Pablo en la transferencia de parte de los resultados obtenidos y, por otro, en poder obtener nuevos fondos para continuar con la investigación inicial, evaluando con ‘la Caixa’ el potencial de las conclusiones generadas desde un punto de vista más tecnológico, centrado en la posibilidad de transferir los resultados obtenidos a la sociedad.
«Estamos evaluando con el CEU-San Pablo la mejor estrategia para la difusión de información científica y, probablemente, hasta que no establezcamos claramente cuáles son algunos puntos importantes en este contexto, no podremos poner a disposición de la comunidad los resultados adecuadamente derivados. Comunidad cientifica. del proyecto”, argumentó.
Todo ello también bajo el paraguas de la Fundación Luzón, de la que ha destacado que “siempre” ha estado realizando un trabajo científico y de apoyo “riguroso” a esta investigación, a pesar de las dificultades que se han ido encontrando en el camino. podría encontrarse como la pandemia. “Tenemos esa relación estrecha desde el punto de vista científico y de apoyo a la difusión de información científica”.
Prueba de ello, afirmó, es que la Fundación Luzón organiza anualmente un encuentro online de talentos de ELA con los afectados para transmitirles y contarles el proceso en el que se encuentran esta y otras investigaciones activas financiadas por la entidad. y que sepan cómo se materializa la recaudación de fondos en el desarrollo de proyectos y qué podría impactar en ellos como pacientes, para acercar la ciencia a los pacientes. LA INVESTIGACIÓN Y EL PAPEL DE LA MUJER
Finalmente, preguntada por el estado de la investigación en España y en concreto el papel que desempeñan las mujeres investigadoras, Fernández cree que se ha avanzado “mucho” en este sentido. “En cierto tipo de contextos creo que hay más paridad, que no hay tanta dificultad pero es cierto que cuando se trata de liderazgo el sesgo de género está ahí”.
«No hay más que remitirnos a las estadísticas y ver cuántas mujeres lideran, como en mi caso, un grupo de investigación en entidades punteras o centros de investigación de excelencia. Por ejemplo, en Parapléjicos éramos solo dos, lo que no deja de ser menor en un contexto en el que el resto de los grupos de investigación estaban liderados por hombres”, afirmó.
Por eso, a pesar de los avances, ha admitido que aún queda trabajo por hacer y también confía en que el relevo generacional contribuya definitivamente a romper el techo de cristal en la investigación. “Estamos avanzando adecuadamente en ese sentido”, concluyó.