Fernando Alonso hace vibrar al mundo con su octavo podio del año tras un final de carrera histórico con Checo

Tiene 42 años y nos ha hecho vibrar como hace 20 años. Lo de Fernando Alonso Díaz no tiene ningún tipo de sentido, desde dos abandonos seguidos hasta pelear y batir a un Red Bull para subir al podio en Brasil por octava vez esta temporada, el asturiano aguantó 15 vueltas con la abrumadora presión del mexicano, quien lo pasó a falta de una vuelta, pero un campeón no es campeón por conformarse con el cuarto lugar. ‘Magic’ vio una pequeña puerta abierta y se abalanzó como un animal sobre el Red Bull y le adelantó en una acción que casi acaba con la carrera de ambos, y no, no acabó ahí. Faltaban dos curvas y Checo estaba completamente pegado al alerón trasero del Aston, salió con mucha más velocidad y estuvo a 4 metros de adelantarlo, 53 milésimas antes de que Fernando cruzara la meta. Uno de los finales más increíbles que se recuerdan, y sí, ‘sólo’ estaba en juego el tercer puesto.

Un año más, Interlagos volvió a deleitar a millones de aficionados a la Fórmula 1. La primera sorpresa, y grande, llegó… en la vuelta de formación. Leclerc perdió el control de su Ferrari y acabó contra el muro cuando iba a largar segundo. “¿Puedo tener más mala suerte?” dijo el monegasco. Aunque el lío morrocotudo llegaría en la salida: Norris voló del sexto al segundo, Aston Martin salió mal (Alonso perdió uno y Stroll dos) y Albon y Magnussen se tocaron en los primeros metros provocando la bandera roja nada más empezar.

Arriba como siempre, Max en su mundo y Norris, con mucho ritmo pero lejos del holandés, consiguieron una gran segunda plaza. Detrás era donde estaba lo realmente interesante y es que Fernando Alonso y Lance Stroll disfrutaron de una carrera de antaño, con mucho ritmo tanto en Aston Martin como el español peleando de tú a tú con el Red Bull de Pérez mientras el canadiense lo hacía con el Ferrari de Sainz.

Desde su segunda gran salida, el bicampeón del mundo estuvo en posiciones de podio y más real que nunca, no fueron las circunstancias de carrera las que lo llevaron allí sino el ritmo puro y duro. Checo era el gran rival del ‘Magic’ por el podio y la batalla estuvo a la altura de la calidad de ambos pilotos. 15 vueltas de pura agonía