Hoy la Región publica un listado de empleos y su distribución por sexo y allí se ve claramente la polarización de muchas actividades económicas. Esto ha llevado a La Xunta concederá a las empresas 7.500 euros por cada mujer contratada en actividades profesionales en las que existe una abrumadora mayoría de hombres.
Nada que objetar a la medida de la Xunta, pero hemos llegado a un punto en el que parece necesario priorizar ayudas o subvenciones asuntos que deberían ser de sentido común. El día que hayamos interiorizado cuestiones como la valía o los méritos habremos ganado mucho como sociedad.
Pero, lamentablemente, eso todavía no es así por ahora. Mientras tanto, el dinero público debe corregir estas desviaciones. Una vez más y no se sabe hasta cuando.