Desmantelados dos grupos criminales dedicados al cultivo de marihuana en el Pirineo catalán



Entre el verano de 2022 y 2023, los Mossos d’Esquadra han desmantelado dos grupos criminales especializados en el cultivo de plantaciones de marihuana en el exterior y en zonas de difícil acceso del Pirineo catalán. Los agentes han identificado a 21 personas como presuntos autores de delitos de pertenencia a organización criminal y contra la salud pública.

La policía ha destruido un total de 27.000 plantas que representan 8,1 toneladas de droga, con un valor estimado en el mercado ilícito de 16 millones de euros en venta a narcotraficantes y 49 millones en ventas al por menor. La actividad ilegal se extendió a Poniente y Cataluña Central. Así, se han desmantelado plantaciones en el Alt Urgell, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Noguera y Osona.

Primer hallazgo de una plantación en la Baronia de Rialb

La primera fase de la investigación policial se inició en julio de 2022 con el descubrimiento de una plantación al aire libre en la Baronia de Rialb (Noguera) regentada por una organización que realizaba el cultivo, mantenimiento, cuidado y vigilancia del espacio. Los Mossos iniciaron una serie de vigilancias y concluyeron que allí trabajan al menos cuatro personas.

El 6 de septiembre de 2022, policías ingresaron a la finca que requirió el apoyo del Grupo de Intervención Especial por el involucramiento del crimen organizado especializado en este tipo de delitos. Según los Mossos, este tipo de grupos suelen instalar trampas peligrosas en las entradas de la plantación para evitar agresiones con droga o para retrasar las intervenciones policiales y dar más tiempo a los integrantes para escapar.

En total, los agentes localizaron más de 1.800 plantas que representan más de 500 kilos de marihuana. Su valor en el mercado ilícito habría sido de más de tres millones de euros. Tras el desmantelamiento de la primera plantación, el 6 de septiembre de 2022 se detectó una muy cercana, también en Baronía de Rialb, que fue desmantelada unos meses después, con el resultado de 3.000 plantas destruidas y tres detenidas.

Segunda fase de investigación en el Pallars Jussà

A finales de 2022, la Unidad de Investigación de Tremp localizó en Sarroca de Bellera (Pallars Jussà) un espacio deforestado con evidentes signos de haber sido utilizado recientemente con una plantación de marihuana al aire libre en una zona remota rodeada de bosque. Al conocer este hecho, se inició un equipo de trabajo conjunto con la División de Investigación Criminal (DIC) para conocer quiénes podrían ser los responsables de este punto de cultivo.

Meses después, a finales de abril de 2023, los investigadores tuvieron conocimiento de la reanudación de la actividad delictiva en la misma zona de cultivo. Los agentes documentaron mediante vigilancia y seguimiento que tenían a cuatro personas a cargo del espacio que realizaban tareas de cuidado y cultivo, y dos más que se encargaban del transporte y la logística.

Gestionaron cuatro grandes puntos de cultivo exterior

En el marco de la investigación, los Mossos detectaron que estas mismas personas también regentaban dos fincas plantadas situadas en Senterada y Torre de Repolla (Pallars Jussà) y otra en Rupit y Pruit (Osona). En total gestionaron cuatro grandes puntos de cultivo exterior.

Con todas las pruebas recabadas, el 13 de septiembre de 2023 se realizaron entradas simultáneas en los cuatro puntos, así como en algunos de los domicilios de los investigados en Lloret de Mar (La Selva). En la operación, los investigadores detuvieron a nueve personas y desmantelaron más de 6.000 plantas de marihuana en las cuatro plantaciones en total, más de la mitad de ellas en la plantación de Sarroca de Bellera.

Mismo patrón

Las inspecciones visuales y el trabajo de los investigadores en estos casos han concluido que este tipo de plantaciones comparten un mismo denominador común. En todos los casos, los espacios presentan idénticos elementos característicos de las plantaciones a cielo abierto manejadas por la organización criminal con áreas diferenciadas de cultivo y habitabilidad, espacios para secado y envasado de marihuana y un punto de recolección de agua en un río cercano. Además, están ubicados en un lugar remoto, inaccesible en vehículo.

Según la policía, varias personas vivieron en los puntos por un período de tiempo indeterminado. Así, durante las entradas los agentes localizaron colchones, sacos de dormir y utensilios de cocina. Por otro lado, presentaban signos de manipulación de plantas de marihuana. La policía encontró restos (troncos y ramas), que habrían sido separados de la parte consumible (hojas y cogollos) antes de envasarlo. Asimismo, contaba con un punto de captación de agua con bomba encendida, una infraestructura desarrollada para garantizar el registro de la plantación con mangueras, generadores y pequeñas embajadas o piscinas.

El modus operandi

Este tipo de plantaciones implica un modus operandi muy marcado de las personas que gestionan los espacios. Inicialmente son los encargados de preparar el terreno, ya que el terreno es empinado y no apto para el cultivo, deben despejar todas aquellas ramas y arbustos que dificultan el cultivo de las plantas para obtener condiciones óptimas de crecimiento. Luego instalan el sistema de riego que proporciona agua y otros nutrientes a las plantas.

En relación al uso del agua, las necesidades de las plantas también requieren de un riego continuo, lo que genera un consumo muy elevado. De ahí que estas plantaciones de marihuana al aire libre deban tener un suministro constante. En este sentido, la policía encontró grandes depósitos en muchas plantaciones, muchos metros de manguera y equipos de bombeo. Esta agua fue posteriormente tratada con fertilizantes y productos químicos para acondicionarla para el riego de las plantas.

El ciclo de estos cultivos suele durar entre tres y cinco meses, en sus fases de crecimiento, floración y maduración dependiendo del tipo de planta y fertilizantes utilizados. A partir de ese momento, las funciones de las personas encargadas del cuidado de la plantación son regar las plantas y aportar los suplementos adecuados para su crecimiento.

Una vez que la plantación está lista para la cosecha, los responsables de la plantación se encargan de defender la cosecha del saqueo por parte de otras organizaciones o de alguien que aproveche la oportunidad para robar marihuana. En otras investigaciones se ha comprobado que una vez que los cogollos de marihuana están secos y aptos para el consumo, son envasados ​​al vacío y transportados hasta su destino final, que suele ser países del norte de Europa, donde el precio de la marihuana puede duplicar o triplicar su venta. precio en Cataluña.

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