el trabajo es servicio, no servidumbre»


Al contrario de quienes consideran el trabajo como una maldición bíblica e ignoran el placer de trabajar, Daniel Arasa Defiende en su último libro, “El mundo es de los que madrugan”, que trabajar va mucho más allá de ser un medio para ganarse la vida, porque “si se hace bien y se ofrece, puede ser un medio de santificación”. , ya que “El trabajo es servicio, no servidumbre”. Ciclón de actividad y hombre de fe, el autor sostiene que Trabajar, además de dignificar al ser humano, “lo convierte en el gran protagonista del progreso”hasta el punto de ser “para casi todas las personas la principal vía para contribuir al bien común”.

Daniel Arasa es un ciclón de actividad: periodista, doctor en Humanidades y Ciencias Sociales, exprofesor universitario, ensayista con más de veinte libros históricos sobre la Guerra Civil Española y la participación de los españoles en la Segunda Guerra Mundial, también es promotor de diferentes asociaciones. Casado y padre de siete hijos, es un defensora de la familia y preside la Plataforma por la Familia Cataluña-ONU y también fue el Grupo de Entidades Familiares Catalanas (GEC), además de dirigir CinemaNet.

Arasa habla en su libro sobre la vvirtudes y capacidades humanas que aporta el trabajo: laboriosidad, sentido del esfuerzo, capacidad de relación, dedicación, iniciativa, generosidad, flexibilidad, responsabilidad, espíritu de justicia, orden, lealtad, fortaleza, paciencia, perseverancia, respeto, y muchos más. Y también abarca otros temas sobre el dinero y el liderazgo en sus 200 trazos. Thomas J. Stanley Concluye en su libro “La Mente Millonaria” que la única característica que tienen en común los millonarios es que todos expresan pasión por su trabajo, les encanta invertir tiempo en su actividad profesional y consideran su actividad un verdadero placer. En efecto, Quienes aman su trabajo tienen muchas más posibilidades de lograr el éxito en su campo profesional. pensé lo mismo Steve Jobs: “La única manera de estar verdaderamente satisfecho es hacer lo que amas, y la única manera de hacer un trabajo excepcional es amar tu trabajo”.

Con un título que emula la frase popularizada por el entrenador de fútbol Josep Guardiola (“Si madrugamos y trabajamos somos un país imparable”), Arasa desarrolla cómo implicarse en la vida cotidiana a través de “un vuelo bajo sobre la vida y la economía, lo que no quiere decir que sea un vuelo de la gallina”. Sus reflexiones son un contrapunto a lo que hoy se promete: “disfrutar, pasarlo bien, ganar dinero con el menor esfuerzo posible, y este libro nos dirige al trabajo, al esfuerzo, a la ‘buena vida’, pero no a “Buena Vida”. En este punto, Arasa deja claro que “La felicidad de una persona no proviene de la diversión perpetua, sino de tener un corazón enamorado y dedicado.”

En el libro, Arasa también denuncia el mal interpretado “carpe diem”, “el absurdo síndrome del domingo, la fiesta entendida como libertinaje, el trabajo como riesgo de coartada para no cuidar de la familia, el peligro del arribismo de pisar a otros para conseguir un ascenso, etc.” Y preocupado por el bien común, denuncia también la indiferencia hacia el públicoy funcionar basándose en el “tengo ganas”.

Para encontrar sentido al trabajo, defiende Arasa «poner el énfasis en cómo lo hago, no en lo que hago, y saber que lo que hago es por algo, que tiene sentido y eso es lo que diferencia al animal del ser humano, el sentido de su tarea versus utilidad animal”. Respecto a la responsabilidad empresarial, el autor sostiene que »por sí solas, las empresas no dan sentido al trabajo, son neutrales«. Porque, afirma “El significado lo dan las personas”, insiste, y defiende que quienes están al frente de las empresas, propietarios, directivos, directivos a todos los niveles, “pueden hacer mucho para crear el marco adecuado para unas buenas relaciones entre todos, para que las personas sentirse cómodo, reconocido, que hay posibilidades de ascenso, que se paga en justicia lo mejor posible.” De ahí que crea que, aunque son negocios y el objetivo es ganar dinero, Las empresas deben tener “alma”.

Arasa es un hombre de fe y predica que los cristianos deben “salir del armario” sin temor a ser etiquetados en su plena participación en la vida pública. Como periodista de raza que es, en su penúltimo libro “¿Estás aquí?” actúa como corresponsal en el paraíso y entrevista a todo tipo de personajes, tanto a aquellos que pasaron por el mundo terrenal y grandes por su poder, dinero, inteligencia o belleza, que son retratados como liliputienses ante Dios, aquellos que deambularon sin aprecio ni reconocimiento, de los que muestra su grandeza ante Dios. el Eterno y son considerados estrellas en el Cielo.

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