La sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), de 2 de noviembre, ha confirmado la sentencia dictada el pasado mes de mayo por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Vigo. El paciente, portador de auricularesfue operado el 15 de junio de 2020 ya que su canal auditivo se había estrechado en los meses anteriores y esto le dificultaba su uso. el dispositivo.
Murió en una meatoplasia
En este contexto, la mujer fue sometida una meatoplasiauna intervención de la que le habían hablado “sencillez y mínimo riesgo”, según consta en la sentencia, pese a que su médico de confianza lo desaconsejó. El problema era que, hace 58 años, cuando la mujer tenía 16, había sido operada de un coleostoma en el oído izquierdo, antecedente que hacía que la meatoplasia estuviera contraindicada ya que la paciente no tenía barrera ósea en la meninge. .
De todas formas, el pasado 15 de junio se sometió a esta intervención en la que los médicos le realizaron una incisión lo que provocó la salida de líquido cefalorraquídeo. Días después se le colocó un drenaje lumbar externo y, a partir de entonces, “presentó deterioro generalizado, evidente en su parientespero no para el personal médico que consideró que todo era normal.
Entre finales de julio y principios de agosto se llevaron a cabo dos craneotomías y, ante el “mal pronóstico” que presentaba, acabó falleciendo el 12 de agosto a la edad de más de 70 años.
“En opinión de este tribunal, la mencionada incisión fue necesariamente letal. Y es difícil de entender porque una intervención sin riesgo aparente al que es sometida una persona sin otro problema que el problema de audición que padece desde los 16 años, pierde la vida a causa de la dolorosa asistencia recibida“, han expresado los magistrados del TSXG.
De hecho, el tribunal insiste en que “los únicos responsables han sido los doctores“porque,” teniendo la obligación “de estar al tanto de la intervención que le habían practicado durante su adolescencia, “no la hicieron”. Es más, el médico que operó a la mujer reconoció que “si hubiera sabido” la ausencia de eso barrera ósea“No habría procedido con la cirugía”.
Por aquí, el TSXG valora la “mala praxis” asistencial sufrida y ha confirmado la sentencia anterior que obligaba al Sergas a indemnizar 75.000 euros al marido del fallecido, con 53.000 euros a una hija y 22.000 a cada una de las otras dos. La familia pidió casi 230.000 euros indemnización, cantidad que el tribunal de primera instancia no estimó.
Tras conocer esta sentencia, contra la que aún existe recurso de apelación ante el Tribunal Supremo, el presidente de El defensor del pacienteCarmen Flores, lamenta que fue necesario acudir a los tribunales “para reconocer negligenciacuando era evidente y así lo dice la sentencia.”