Hay “altas probabilidades” de que ésta se celebre “la semana que viene” y no la actual, afirman fuentes negociadoras.
Fuentes negociadoras explican que hoy, y en este momento -porque los caminos de la negociación son inexpugnables-, hay “altas probabilidades” de que ésta se celebre “la semana que viene” y no la actual, que era la intención que se quería en La Moncloa y Ferraz. ¿Por qué esta semana? Porque esperaban haber cerrado el acuerdo con Carles Puigdemont a principios de noviembre y porque Sánchez tenía el objetivo de llegar investido al congreso de los socialistas europeos que se celebra en Málaga los días 10 y 11.
Pero desde hace unos días el ambiente negociador se ha vuelto tenso. Las “discrepancias técnicas” sobre el alcance de la amnistía, su perímetro -Junts exige que se incluyan en ese paraguas los casos de lawfare que afectan a sus socios y colaboradores de Puigdemont- y las diferencias también en el acuerdo político que se está negociando en paralelo al perdón, con la exigencia del reconocimiento de la “nación catalana” como una gran piedra, han detenido el reloj.
Aunque ambas partes afirman que siguen trabajando, que el intercambio de documentos no cesa y que todo sigue vivo, hay una pausa.