Durante el juicio oral pidió disculpas a la víctima quien retiró la denuncia, por lo que el juez lo absolvió.
Los hechos fueron denunciados por la víctima ante la Policía Nacional y dieron lugar a un proceso judicial. Durante la audiencia oral, el sacerdote pidió disculpas al denunciante y mostró su disposición a no volver a causar problemas.
Por su parte, la víctima retiró la acusación y el juez dictó absolución por un delito de coacción. Según lo publicado este miércoles Heraldo de Aragón, la denuncia detalla que el sacerdote estuvo enviando a la víctima mensajes “con alto contenido sexual” en su teléfono móvil durante casi un año. Además de estos mensajes, la denuncia señala que los religiosos habían provocado “situaciones de tensión, tomando contacto” con el denunciante, “sin motivo aparente, incluso dentro de la Basílica del Pilar, haciéndole comentarios eróticos”.
En los últimos años, el imputado ha ejercido su ministerio en la catedral del Pilar como confesor, oficiando bautismos y otras actividades propias de su cargo, aunque ya no se encuentra adscrito a dicho templo de Zaragoza. La denunciante aportó en el juicio, entre otro material, un pendrive con copias del chat de WhatsApp, así como un vídeo de “alto contenido sexual”, supuestamente enviado a través del teléfono del acusado. Además, en la audiencia oral mostró la necesidad de no tener que soportar el acoso del sacerdote, quien incluso tuvo que sufrirlo en su entorno donde tiene que estar a diario, haciéndole la situación “insoportable”.
Asimismo, indicó que presentó la denuncia “con el propósito y esperanza de que la conducta de este sacerdote no sea tolerada por otras personas sobre las que por su cargo pueda tener predominio”. Añadió que se debe evitar que pasen por la misma situación “los menores y adultos vulnerables” con los que el imputado podría relacionarse por sus deberes sacerdotales, como la preparación de comuniones, así como el catecismo, excursiones y actividades similares.
Fuentes del Arzobispado de Zaragoza consultadas por Heraldo Han confirmado que el religioso “había sido absuelto” tras el juicio por el delito de coacciones menores, que concluyó con las disculpas al denunciante y la retirada de la acusación en la audiencia oral.