Multas de 3,5 millones o del doble del beneficio logrado por vertidos contaminantes en Madrid


Acabar con el modelo ‘extraer-producir-consumir-tirar’ y cambiarlo por otro en el que nos acerquemos al residuo cero es la filosofía que impulsa la Ley de Economía Circular que fue aprobada ayer por el Consejo de Gobierno regional y que ahora iniciará su tramitación en la asamblea madrileña. Según la nueva norma, que se espera entre en vigor a principios de 2024, los vertederos serán sustituidos por complejos medioambientales; Se reducirán las cantidades de residuos generados y también los plásticos utilizados; Se aumentarán las sanciones para los casos de vertidos contaminantes hasta 3,5 millones de euros o el doble de los beneficios que se obtengan de los mismos, y se permitirán reutilizaciones para usos industriales, además de no incluir nuevos impuestos para los municipios.

Se trata, como resumió el Ministro de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, “una norma realista, no dogmática y aplicable”, que seguirá dos líneas básicas: aprovechar los procesos naturales y reducir los residuos no reciclables.

Por un lado, se aumentará la vida útil de los bienes materiales, evitando la obsolescencia que ahora provoca que sean desechados y sustituidos por otros cada cierto tiempo. También queremos devolver a la cadena algunos residuos, como nuevos recursos económicos: por ejemplo, permitirá utilizar las cenizas de la combustión de biomasa como fertilizante o los recortes de resina plástica para la producción de aislamientos en la construcción. o virutas de madera para hacer camas para el ganado.

También queremos promover el empleo verde, a través de nueva formación y especializaciones. Y la Administración aplicará criterios de contratación ecológicos, dando prioridad a las empresas que apliquen la economía circular en sus procesos, explicó el ministro Novillo.

Modelo Loeches

Una de las principales novedades que aplicará la ley será la sustitución de los actuales vertederos como depósitos de residuos por complejos de reciclaje medioambiental. El modelo será el que ya existe en la Mancomunidad de Oriente, que está ubicada en Loeches, una planta muy nueva equipada ya con todos los avances técnicos. Queremos actuar a su semejanza en los demás. dos grandes centros de residuos, los de las comunidades del Norte (Colmenar Viejo) y del Sur (Pinto). Para ello, ambas organizaciones se apoyarán mutuamente con la cantidad de 450 millones de euros durante los próximos 20 años.

En el plano industrial, se reducirá el desperdicio de alimentos y se fomentará el consumo de kilómetro cero, para reducir la huella de carbono. En la construcción primará la eficiencia técnica, el uso de materiales reciclados y la reutilización de componentes. En cuanto al embalaje, se dará prioridad reducir el uso de plásticos y también se fomentará todo el reciclaje textil. Y, en relación con el transporte y la movilidad, además de impulsar la red pública, también se incluirán medidas para apoyar la renovación de los vehículos más contaminantes y mejorar la reutilización de materiales desechados.

En lo que al agua se refiere, la gestión del Canal de Isabel II será en este caso el modelo para buscar una mayor eficiencia en el control del consumo hídrico y en el uso del agua regenerada. Y también se apoyará la transformación del regadío en la agricultura madrileña.

Novillo también enfatizó el capítulo de sanciones, el cual será actualizado. Por ejemplo, para los vertidos producidos que dañen el medio ambiente o la salud, habrá multas considerables, de hasta 3,5 millones de euros o el doble del beneficio obtenido con la infracción. Y también estarán incluidos en este capítulo de sanciones quienes alteren los certificados de la cadena de residuos.

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