Las cesiones de Snchez a Puigdemont: cobertura legal al ‘lawfare’, un verificador internacional, debatir el referndum y la no renuncia a la unilateralidad


Un acuerdo que supone un punto de inflexión en la historia de España, al menos en democracia, un hito “histórico” como lo definen quienes han estado al pie de las negociaciones, fue presentado ante un telón blanco y con un pequeño atril desde el que Los micrófonos de los medios cayeron. Un acuerdo “político” concretado en cuatro páginas y que finalmente recoge las principales reivindicaciones exigidas por Carles Puigdemont a cambio del voto favorable de sus siete diputados en la investidura de Pedro Sánchez.

1. Cobertura legal del ‘lawfare’

La ley de amnistía estaba muy avanzada y, de hecho, el PSOE quería haber anunciado el pacto con Junts hace una semana. Pero todo se retrasó por el enfado en la formación de Puigdemont tras el pacto con ERC -que ganó la medalla de la amnistía y la inclusión en el perdón de Tsunami y los CDR- y por la acusación de terrorismo del prófugo de la Justicia, decidida por Juez Manuel García Castellón.

Santos Cerdón, negociador del PSOE, ha reconocido, tal y como informó EL MUNDO, que Puigdemont exigió una “relectura” y una “revisión” de lo acordado. “Por eso se retrasan las negociaciones”. Finalmente, el texto firmado por Cerdán y Jordi Turull (Junts) recoge esta cobertura jurídica mediante guerra legal“usar acciones legales para causar problemas a un oponente”, según lo define el Diccionario de Inglés de Cambridge.

“Las conclusiones de las comisiones investigadoras que se constituirán en la próxima legislatura se tendrán en cuenta en la aplicación de la ley de amnistía en la medida en que puedan presentarse situaciones incluidas en el concepto. guerra legal o judicialización de la póliza, con las consecuencias que, en su caso, puedan dar lugar a acciones de responsabilidad o modificaciones legislativas”, señala el documento.

Con esta exigencia Puigdemont quiso blindarse a sí mismo, pero también a su entorno. es el caso de Josep María Alayun hombre de la mayor confianza de Puigdemont, implicado en el llamado caso volohen el que se investigan las relaciones con Rusia.

2. Verificador internacional

Una de las principales piedras en el camino de la negociación en la que están inmersos PSOE y Junts desde hace semanas ha sido la exigencia de los independentistas de que haya un verificador internacional. Ambos partidos lograron establecer un diálogo y canales que no existían en la pasada legislatura. Pero la desconfianza entre ambos persiste. La negociación, como informó este periódico, de hecho estuvo a punto de romperse por este tema en una reunión celebrada a mediados de octubre en un hotel de Madrid. En su propio pacto, ambas partes asumen “la desconfianza mutua reconocida por ambos”.

El texto firmado estipula que “ante las profundas discrepancias sobre la forma final de resolución del conflicto” acuerdan “dotar de un mecanismo internacional entre ambas organizaciones que tenga las funciones de acompañar, verificar y monitorear todo el proceso de negociación y de la acuerdos alcanzados entre ambas formaciones”.

El PSOE rechazó, en un principio, esta figura ya que, además, era internacional. Fuentes negociadoras incluso explicaron que los socialistas pusieron sobre la mesa el nombre de Miquel Roca, lo que fue rechazado por los independentistas.

Sánchez sale de la negociación con ERC y Junts aceptando tres mesas de negociación -una entre Gobierno y Govern, otra entre PSOE y ERC y una más entre PSOE y Junts- y dos verificadoras. Porque al acuerdo con ERC se suma el acuerdo con Puigdemont. “Un espacio de negociación entre ambas partes que cuenta con un mecanismo que tiene las funciones de acompañar, verificar y monitorear todo el proceso de negociación y los acuerdos alcanzados (…) Para estos efectos, se designará de común acuerdo una persona de reconocida prestigio para llevar a cabo dichas tareas”, señala el pacto con ERC.

3. Debatir el referéndum

Pese a aceptar negociar con el PSOE, Puigdemont siempre ha mantenido como objetivo el referdum de autodeterminación. Incluso Pere Aragons, presidente de la Generalitat, afirmó en su intervención en el Senado que la amnistía “es el punto de partida; el destino es votar la independencia”.

En su pacto político, PSOE y Junts señalan una serie de aspectos “que ambos partidos tendrán que ponerse de acuerdo”. Y entre ellos se encuentran “los relativos al reconocimiento nacional de Cataluña (sic)”. En una primera reunión entre partidos que quieren celebrar en noviembre, se comprometen a plantear el debate sobre el referéndum “de forma no exhaustiva”.

“En cuanto al alcance del reconocimiento nacional, Junts propondrá la celebración de un referéndum de autodeterminación sobre el futuro político de Cataluña amparado por el artículo 92 de la Constitución. Por su parte, el PSOE defenderá un desarrollo amplio, a través de mecanismos legales, del Estatuto de 2006, así como el pleno despliegue y respeto de las instituciones de autogobierno y de la singularidad institucional, cultural y lingüística de Cataluña (sic)”, es la textualidad del pacto.

“Han hablado del referéndum. Saben cuál es la posición del PSOE y todo lo que hagamos debe estar dentro de la Constitución. Esa ha sido nuestra línea roja y saben que se habló lo que se habló del referéndum, nos hemos limitado a la Constitución”, ha afirmado Cerdán.

4. Sin renuncia a la unilateralidad

En el PSOE, a medida que avanzaba la negociación con los independentistas, había miedo y preocupación de que el pacto fuera difícil de explicar ante la falta de “pasos” por parte de ERC y Junts. “Lo hemos comentado, sí. Han sacado mucho provecho de estos acuerdos”, explicaron esta semana responsables socialistas a este diario. La sensación es como si no tuviéramos otro camino, que todo tenía que decirse, afirmó el líder de una importante federación socialista. 2Tendrá que haber gestos, los esperamos, porque, si no, la cosa va a ser insoportable”.

Esperaban “gestos” en referencia a la unilateralidad. Pero Puigdemont nunca se ha rendido. Lo ha reafirmado siempre que ha tenido oportunidad. Y en el pacto se confirma que no se desvía de su propósito. No sólo porque Junts anticipa que se celebrará un referéndum en la mesa de negociación con el PSOE, sino porque los socialistas dan por sentado que no podrán conseguir esa dimisión. “(…) confirman que se pueden alcanzar acuerdos importantes sin renunciar a sus respectivas posiciones”, dice el pacto.

El PSOE sí afirma que “niega toda legalidad y validez del referéndum y de la declaración, y mantiene su rechazo a cualquier actuación unilateral”.

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