El director del FMI quiso resaltar la frágil situación económica donde nos encontramos, en el que la proyección de crecimiento global se desacelerará en 2023 y se mantendrá en tres por ciento durante los próximos cinco años, lo que la convierte en la previsión a mediano plazo más pobre en décadas.
Georgieva también ha aludido a los niveles actuales de inflación, que según ella “siguen siendo persistentes” y que dejan los niveles de deuda en niveles récord. Ella dice que, a su vez, se alimentan mutuamente con el altas tasas de interés que complican la situación de muchas familias hoy.
Por su parte, la directora del Fondo Monetario Internacional, pide más cooperación por parte de la comunidad cooperante internacional. Georgieva asegura que las políticas de cada país “no son suficientes“y eso es bueno cooperación global en los ámbitos del comercio, la deuda y, en particular, ante el grave desafío que plantea el cambio climático.
Además, la persistente fragmentación está afectando directamente al comercio y los flujos de capital. La volatilidad de estos flujos, y especialmente de los tipos de cambio, es muy preocupante para países cuya situación actual es más débil en términos de ingresos y que necesitan financiación externa.
El director también quiso plantear la pregunta que se hacen tanto las economías avanzadas como las emergentes: ¿cómo se puede reducir la inflación a los niveles deseados manteniendo la inflación? estabilidad financiera? En este sentido, Georgieva ha subrayado la importancia de que la actual política monetaria “deba centrarse en reducir la inflación”, según el acuerdo reforzado durante las Reuniones Anuales en Marruecos.