La Junta adelanta el pago del 70% de las ayudas a agricultores y ganaderos
Por provincias, la más afectada por la nueva Política Agraria Común será Sevilla, con un 23% menos de percepción, así como enero, con un 12% de pérdidas.
Estos datos, así como el informe realizado por la Universidad de Córdoba, que propuso cambios para que Andalucía no perdiera fondos, muestran la necesidad de una modificación del Pepac (Plan Estratégico de la PAC en España) por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. De lo que se trata es de que la PAC pueda seguir siendo un incentivo para el campo, como explicó ayer la ministra a través de un comunicado.
La Junta ha pagado el anticipo de la Política Agraria Común (PAC), que asciende al 70% del total, a pesar de que se había solicitado la posibilidad de elevar este anticipo al 90% este año para ayudar a los productores agrícolas de la región. . comunidad autónoma en estos tiempos de sequía y altos costes de producción.
En concreto, en el que es el primer año del nuevo marco de la PAC establecido por Europa, más de 200.000 agricultores y ganaderos andaluces han recibido más de 700 millones de euros. Andalucía apuesta, de esta manera y un año más, por poner en manos de los productores agrícolas estos importantes fondos europeos para inyectar liquidez al campo.
Entre los distintos tipos de ayudas destaca la ayuda básica para rentas sostenibles que, junto con las ayudas redistributivas complementarias y las ayudas complementarias a jóvenes agricultores, asciende a unos 450 millones.
Un año más, las provincias de Jan, Sevilla y Córdoba, extremadamente olivareras, concentran la mayor parte de las ayudas de la Política Agraria Común, seguidas de las provincias de Granada, Cádiz, Málaga, Huelva y Almería.
Con la aplicación, por primera vez, del nuevo régimen de ayudas directas para el periodo 2023-2027 de la PAC, se producen novedades importantes, como la asignación de nuevas ayudas, por ejemplo, la ecoregímenes, el pago redistributivo y, por supuesto, las ayudas asociadas al olivar. Ha sido, por tanto, un año más complicado para agricultores, ganaderos y entidades colaboradoras a la hora de familiarizarse con la tramitación de estas ayudas.
A pesar de las dificultades, la ministra destaca que el sector agrario andaluz ha demostrado, una vez más, su profesionalidad y capacidad de adaptación y ha sido líder en la aplicación de los nuevos requisitos, lo que conlleva más exigencias desde el punto de vista agrícola y, especialmente, medioambiental.