El exconsejero de la Generalitat de Cataluña y eurodiputado de Junts, Clara Ponsatíha desdeñado este viernes el acuerdo alcanzado entre su partido y el PSOE para investir al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, porque “se trata de una humillación para el país que será difícil de superar.
Ponsatí denuncia en un artículo de ‘Vilaweb’ que este acuerdo de investidura entre el PSOE y Junts sólo ha la “promesa” de una ley de amnistía. “Veremos cómo llega a buen puerto”, afirma el exministro, al tiempo que critica que el “precio” del pacto ha sido “renunciar tanto a la autodeterminación como a las políticas que el país necesita”.
«Que el primer presidente de Cataluña que nos había dicho que no quería saber nada de España aceptara hacer presidente de España al líder de este PSOE es un desprecio por las personas en las que ha confiado y que lo han protegido», lamenta Ponsatí en referencia a Carles Puigdemont.
Asimismo, subraya que el hecho de que el PSOE “suscriba parte de la narrativa nacional que los partidos han construido en los últimos años” en el preámbulo del acuerdo es una “derrota altamente tóxica” y no una “victoria”. Además, añade que acabar haciéndole “el corredor” a los socialistas es “la peor opción”.
«Situación dolorosa»
«El PSOE ha sido magistral Explotar la competencia entre ERC y Junts para obtener el precio más bajo posible”, afirmó el eurodiputado, que denunció este jueves las declaraciones de ambos partidos catalanes. “en un patético ejercicio de odio Cainita».
El exconsejero comenta también en el artículo que el diálogo con el PSOE ahora era “imposible” porque “No había nada que negociar”: “No había fuerzas para siquiera encabezar una ola hacia la independencia sin miedo a todos los riesgos que son naturales ni a ninguna idea de país que nos permitiera aspirar a una futura plenitud nacional”.
Al mismo tiempo, Ponsatí asegura que hace “mucho tiempo” que ni ERC ni Junts ni la CUP han ofrecido “ninguna alternativa ni ninguna idea de país de sus batallas por controlar tal o cual institución, por mantener su dosis de control y visibilidad. “Es una situación dolorosa que resulta difícil de explicar al electorado”, añade.