La revolución digital, las nuevas formas de entender el empleo y, sobre todo, el paradigma de cambio que plantea la llegada de la Inteligencia Artificial (IA) han sido objeto de disección este viernes en el Foro Cumbre Talentia, en Santiago. El primer ponente, Alex Rayón, CEO de Brainandcode.tech, empezó con una “mala noticia”: que El “monopolio sapiens” sobre el conocimiento, hasta ahora indiscutible, ya no lo es. “Las máquinas ya nos superan” a la hora de realizar algunas tareas, afirmó, mirando hacia la firma canadiense OpenAI, que “cambió el mundo” con su herramienta ChatGPT, que permite dialogar con una IA para todo tipo de propósitos. Se trata de una tecnología que, utilizada correctamente, fomenta el “pensamiento inductivo” humano -la conocida táctica de ‘lluvia de ideas’- y que sigue evolucionando muy rápidamente.
Hoy, ha repasado, es posible que la máquina genere el código de una web a partir de un diagrama en papel con la estructura deseada, o extraer de una ruta planificada la ruta GPS más óptima, además de las más conocidas, como resolviendo dudas, sugiriendo propuestas o generando imágenes. Y es precisamente de este cambio tecnológico del que ha hablado Susana Pascual, CEO de PixelsHub, el que ha diferenciado la “estabilidad” que definía la vida laboral hace unas décadas con la “inestabilidad” actualconsecuencia del ritmo al que avanza la tecnología: “Es vertiginoso”, reconoció, darse cuenta de que “no hay certeza profesional” y, en cambio, lo único que queda es la “preparación” para el cambio constante.
La gente ha pasado, dijo, de ser “profesionales sedentarios” a “nómadas profesionales”, porque tanto las habilidades requeridas como la naturaleza de los trabajos mismos fluctúan continuamente. “Cada dos años”, estimó, habrá algún tipo de cambio en la vida profesional, más “dinámico”, el que les toca vivir a las nuevas generaciones, a quienes ha recomendado apostar por el “aprendizaje continuo y autodidacta”. Se ha referido a la ‘generación Z’ –nacida a mediados de la década de 2000– como “la más social hasta ahora”; y, precisamente por crecer en el ecosistema digital, ha atribuido a los jóvenes la responsabilidad de mantenerse “informados, formados y conectados”.
Pascual compartió un último consejo: apostar por una carrera u otra, pero aplicando una base tecnológica; un concepto que Tino Fernández ha rescatado inmediatamente. El presidente de Altia ha salido a la palestra presentándose, durante unos minutos, como una especie de “vendedor de tecnología”, que, ha dicho, ofrece la “oportunidad” de “captar valor para las personas”. El mayor ejemplo lo hemos visto con la IA, que es capaz de aumentar la productividad, reducir los tiempos de trabajo y maximizar la creatividad si se utiliza bien; Por ello, el interés por lo digital es cada vez más claro, incluso en sectores y disciplinas que antes no lo requerían. Actualmente, faltan “profesionales STEM” -versados en la integración interdisciplinar de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés-, y, más concretamente, mujeres en un sector muy masculinizado. “Hay una necesidad” y “es fácil conectarse a lo digital”, insistió, sin importar el área de conocimiento.
Por su parte, Ignacio Ramos, director corporativo de Estrategia de Personas de GMV, ha abogado por la convivencia de la sociedad con la revolución que suponen las nuevas tecnologías. La IA generativa todavía tiene problemas: por un lado, “siempre” responde, incluso si la información es falsa o inexacta. Además, en términos de legalidad, trae “más preguntas que respuestas” respecto a los derechos de uso y propiedad de los audios y recursos generados. Es útil para lidiar con el “síndrome de la página en blanco”, cuando “cuesta empezar” un proyecto, pero necesitas el conocimiento para medir que lo que aportas es válido. La IA es “como una ola gigante” que se acerca, afirmó, y hay “tres opciones”: ignorarla, luchar contra ella -en el caso de las empresas que prohíben su uso- o surfearla y “aprovechar su energía”. “. Pero, para eso, se necesita “formación” previa y mucha “prudencia”, ha advertido.