La vida de un patrullero puede resultar muy sorprendente, dura pero también, aunque en ocasiones, entretenida. Por ejemplo, estar con tu pareja deambulando por un distrito inicialmente de los más tranquilos, como es Fuencarral-El Pardo, y encontrarse con un sujeto muy peligroso buscado por la Unidad Central de Delincuencia Organizada y Drogas (Udyco) de la Policía Nacional.
Así le sucedió a una pareja municipal que el martes 7 de noviembre realizaba labores de control en las calles Sinesio Delgado y Ginzo de Limia, dos de las principales arterias del distrito. Vieron un coche en el que viajaban dos hombres pero, al percatarse de la presencia policial, comenzaron a comportarse de forma sospechosa, explican a torrevieja news today fuentes de la investigación.
Los detuvieron en la vía pública y procedieron a identificarlos. Al pasar sus identidades por la malla policial, les informaron que la persona que iba en el asiento del pasajero, un colombiano de 28 años, tenía vigente una orden de busca y captura, emitida por la Udyco Central de la Comisaría General. Policía judicial. Los motivos, la investigación en su contra por los delitos de detención ilegal, lesiones, robo con violencia y pertenencia a organización criminal. Un matón total.
Durante el registro del vehículo, los agentes encontraron 19 paquetes envasados y envasados al vacío, sospechando que se trataba de un alijo de droga. Al verse sorprendido, el investigador espontáneamente afirmó: «Es azúcar; “Lo uso para defraudar a los traficantes, haciéndoles creer que es cocaína”.
Como no podía ser de otra manera, el colombiano fue detenido y trasladado a las oficinas de Udyco Central, para que se hicieran cargo.
Por otro lado, agentes de la Policía Municipal de Tetuán, en colaboración con la Policía Nacional, desmantelaron el pasado 17 de octubre un nuevo narcomenudeo en la pedanía, donde encontraron diversa cantidad de distintos tipos de droga.
Poco después se vio a una mujer entrando y saliendo con una bolsa que contenía 53 pastillas de éxtasis y 5,23 gramos de cristal. La detuvieron y ella confirmó que había comprado todo lo que había en la casa. Durante el registro del apartamento se incautó un kilo de un compuesto químico análogo a la efedrina, y sustancias para su corte y adulteración.