Ourense no tempo | Auria, sala de fiestas


No es la primera vez que lo cito ni será la última, pero creo que ya lo es. Ya es hora de que le dedique un artículo a este salón de fiestas. que fue, y es, causa de muchos recuerdos.

Fue el 30 de abril de 1960 cuando, tras una larga espera, se inauguró la Sala Auria. Días antes se hizo una presentación ante autoridades e invitados, pero públicamente esa era la fecha.

En su momento, un verdadero lujo ya no para nuestra provincia, sino para el país; No en vano fue comparado con Pasapoga (la sala madrileña que presentaba a artistas del nivel de Sinatra, Machín, Negrete, Ava Gardner, etc.). Pero vayamos al principio.

Fotografía de interiores, cedida por Ana Navas.
Fotografía de interiores, cedida por Ana Navas.

A finales de los años 50, calle paseo numero 10 Se estaba construyendo y se hablaba de convertirlo en un hito en la ciudad. En su interior se proyectaba una sala de cine y su cúpula verde le daría un aire de modernidad que haría que los orenses levantaran la cabeza al cielo. No sé la causa del tema del cine, pero lo descartaron antes de empezar y en su lugar, junto a viviendas de lujo y locales de oficinas, pretendieron instalar “algo” espectacular. ¿Y qué mejor que un salón de fiestas? Por cierto, el tema del cine no estaba del todo descartado, y estuvimos a punto de tener el primer cine al aire libre de altura (creo que en todo el mundo). Teníamos en la ciudad la Pista Airiños, otra innovación que incluía deporte, música y cine al aire libre, y quizás con ese precedente pensamos en abrir una sala en la azotea, junto a una terraza de verano. Al final no pudo ser…

Los principales impulsores, los Blanco Merino, eran gente de prestigio y trabajadores reconocidos, pero su experiencia nada tenía que ver con el mundo del espectáculo; Lo suyo era la ferretería y el bazar: muebles, regalos, etc., por lo que no dudaron en buscar asesoramiento para desarrollar el proyecto.

La mayor parte del personal fue traído desde Madrid: encargado de recepción, encargado de barra, encargado de cocina… incluso camareros, con la intención de que fueran los encargados de formar a los trabajadores locales, cosa que se consiguió en poco tiempo. Al margen de las nuevas tendencias en coctelería y cocina rápida, poco más se podría añadir. Ourense siempre contó con profesionales de gran nivel en las barras. Mercantil, Madrid, Moderna, Unión, etc. Eran buenos colegios.

La sala tenía dos alturas, la principal, que estaba por debajo del nivel de la calle Paseo, albergaba el escenario, la barra y la zona de baile, aunque muchos vecinos de Ourense prefirieron disfrutar de un poco más de tranquilidad sentándose en la “terraza” disfrutando Las vistas.
La sala tenía dos alturas, la principal, que estaba por debajo del nivel de la calle Paseo, albergaba el escenario, la barra y la zona de baile, aunque muchos vecinos de Ourense prefirieron disfrutar de un poco más de tranquilidad sentándose en la “terraza” disfrutando Las vistas.

La cuestión de la construcción se encargó a la empresa Dragados, y fue el arquitecto Sanz quien, Con el apoyo de Rafael de Sas y Jorreto consiguió un resultado espectacular: La planta diáfana, con su escenario fijo, y las barras dieron gran versatilidad a la sala. El aforo se completó con la zona superior, que permitió disfrutar de las actuaciones con magníficas vistas y comodidad. Así se repetían las aglomeraciones a diario, y los fines de semana era una locura.

La empresa cuidó todos los detalles, y utilizó servicios locales siempre que fue posible, como en el área de decoración, pidiendo a Jaime Quessada y Tomás Bóveda que se encargaran de pintar unos murales que terminaron unos días antes de la inauguración ( de las cuales lamentablemente no he conseguido ninguna imagen y me gustaría).

La dinámica se desarrolló durante todo el día, desde las ocho de la mañana hasta pasada la medianoche, y se podía desayunar, vermú al mediodía, almorzar, sobremesa musical, merendar con amigos, cenar con cocina de calidad y ambiente nocturno. Eso no te dejaría terminar la noche. Pocos recuerdan que Auria tenía incluso sus propios cócteles., que fueron exportados al resto del país. Chicho, su bartender, en algún momento incluso los compartió a través de la prensa. Así fueron sus “Labios de amor”: hielo, ½ ginebra, ½ “Parfait amour”, unas gotas de Triple Sec, curasao y brandy. Decora con una cereza… y listo: la copa azul.

Los Maikel en el escenario del Auria.
Los Maikel en el escenario del Auria.

Sin embargo, la temática de bebidas y comida terminó convirtiéndose en un complemento a lo que realmente atraía al público. Así fueron las actuaciones, lo mejor del panorama nacional se alternó con la poderosa euforia musical que Vivíamos en los años sesenta en nuestra ciudad.: Bemposta, Posters, Maikel’s, Poker’s, Cramp’s, y por si alguien pudiera pensar que no todos los estilos tenían cabida en la sala, les recuerdo que allí actuó en varias ocasiones el coro De Ruada.

Así fue como toda la ciudad quiso asistir a la Sala Auria. Los jóvenes bailaban esos ritmos frenéticos los sábados y domingos por la tarde y los mayores Tenían música más melódica para acompañar sus noches.; cuando gente de toda Galicia no podía disfrutar de artistas de primer nivel nacional o internacional. En otra ocasión me dedicaré a repasar precisamente el elenco de artistas que desfilaron en este escenario. Y si puedo te explico cómo terminó.

¿Alguien puede decirme si sería posible unir las instalaciones del antiguo Cine Xesteira con las Galerías Centrales? ¡Imagínense qué lugar de ocio!

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