La crónica de esta saga familiar comienza con algunas eivas, o no poder documentar cómo y dónde fue que Lorenzo Varela Cid y su esposa Elena Suárez Varela se confundieron, ni los detalles de su viaje a Lisboa, así como algunas generalidades que aluden a su negocio y a su condición de “rico comerciante”, pues fue la principal actividad a través de la cual Lorenzo se posicionó en la comunidad gallega de la capital y al mismo tiempo no cercano a la sociedad cultural lisboeta.
O que si pueden certificar que su torgueira parte de Allariz -donde, como es bien sabido, el apellido Cid es tan común que vincula o lleva a su alcalde-, mientras que el origen de Elena Suárez está ligado a la ciudad de Ourense, donde Luis Suárez , o seu irmán, se desempeñó como “sacerdote capellán de la catedral y del cementerio católico”.
Sexo tal y como es que ambos (ambos nacidos a principios de los años 70 del siglo XIX) se instalaron en su casa de la cosmopolita capital portuguesa, o por si acaso Lorenzo empezaba a despuntar en el ámbito social en el entorno de la comunidad gallega o superior la fundación de la “Juventud de Galiza”, que se fundó en 1908 y sigue manteniendo las puertas abiertas como centro gallego de referencia en Portugal.
Lorenzo no está entre los 39 asistentes al acto fundacional, pero sí destaca por su papel en la modernización de la entidad, debido a que en el 50 aniversario del centro, en 1958, falleciendo Lorenzo en 1921 y Elena en En 1956, los gallegos de Lisboa organizaron un sonoro homenaje póstumo, destacando el carácter filantrópico de Elena como fundadora de la Caridad Española.
Pero, aun así, la gran obra del matrimonio Varela-Cid-Suárez no tuvo su origen aquí, nació en el hogar, y fue en la forma de dos jóvenes, nacidos en Lisboa y que por derecho propio forman parte de la historia de Portugal.
El primero -Lourenço, 1898- mantivo o nombre do pai, también de grafía portuguesa, y se convirtió en un destacado pianista que deu sinais aporta su pericia interpretativa y musical en adelante, no en más de 9 años ha compuesto un vals titulado “ Lucinda”, que se proyectó el día de Reyes de 1910 en la sala del centro gallego que preside el país.
Completada su formación en París, entre 1920 y 1933, conoció a la violinista brasileña Dora Soares, mantuvo una intensa relación epistolar con el propio Falla, participó en conciertos por todo el país y Europa, se incorporó al profesorado del Conservatorio de Lisboa y fundó la Unión Nacional de Músicos. de Portugal.
El segundo fue el nombre de Artur (1910) y se dedicó en cuerpo y alma a la ingeniería aeronáutica, que inició -cuando aún era un estudiante de 19 años- con el diseño y construcción de un cuartel que le llevaría a su casa. , el único hidroavión motorizado. que fue construido en Portugal y recibió el nombre de su propio país, promocionando, con tal éxito, que la Federación Aeronáutica Internacional, con sede en París, registró una nueva categoría de aeronaves: los hidroaviones.
El “Portugal” de Artur se completó por primera vez en 1932 en el río Tajo, mientras que su mentor y constructor no completó los cursos para ampliar sus estudios, algo que realizó en Alemania entre 1934 y 1937, donde terminó el grado de doctor en ciencias aeronáuticas. .
Finalmente enfocado a la enseñanza, el hidroavión -logotipo que ha sido objeto de varios pleitos- se encuentra expuesto en el “Museu do ar”, en las aforas de Lisboa, concretamente en la parroquia de Alverca.
Un claro pianista y mafioso desaparecido en Brasil, dos pioneros de la danza y un poeta
Según las biografías de Lourenço y Artur, que fueron plantados por los padres ourensanos -Lorenzo y Elena- en Lisboa, era digno de colocar los apellidos del clan en el frontispicio del palacio de la sociedad gallega, la tercera generación no le restan fama a los avances que lograron darle, sensación que incluso multiplicó exponencialmente su éxito.
Lourenzo tuvo un niño -Sergio- y tres niñas -Vera, María da Graça y Gilda-, mientras siguiendo el nombre de Artur consiguió saltar a la popularidad, al menos María Manuela.
Como Vera y María Manuela elixir en ambos casos el camino de la danza clásica como vía de realización personal y como ambas alcanzaron alturas que nos sitúan en el análisis de la danza contemporánea de Portugal. Primero como fundador de la Compañía Nacional de Danza y segundo como elegante intérprete en eventos tan destacados como la inauguración en 1966, en el puente denominado Ponte de Salazar.
A su lado, María da Graça encontraría en la poesía su objetivo vital, intentando publicar un poemario titulado Manolete, dedicado al célebre toureiro y con prólogo de José María Pemán.
La historia de Gilda sólo un día – y por iso traxico – bajo los reflectores brinda información nacional. Ocurrió en 1976, en el aeropuerto de Funchal, el primer gran accidente aéreo de TAP.
Gilda, quien era azafata, no murió en el accidente, pero su cuerpo nunca fue encontrado.
Pero, de todos ellos, lo primero -tanto para bien como para mal- es la biografía de Sergio.
Nacido en 1937 con todas las condiciones para ser una estrella universal, tenía 8 años cuando dio su primer concierto de piano en el Liceo Camões, tenía 12 años cuando lo contrataron para actuar en el Cambridge Theatre de Londres, y el propio Arthur Rubinstein le dedicó un documental a Paramount o sinalara como su sucesor natural.
Sin embargo, en 1972 decidió deshacerse del piano que literalmente había viajado por el mundo y abandonado, el alcohol, las drogas y la delincuencia, y se fue a Brasil. En São Paulo vivió con el crimen en su versión más brutal de sí mismo, como un verdadero gángster, haciéndole cirugía plástica.
El 26 de junio de 1981 fue visto por última vez y, al igual que antes, aún se desconoce dónde se encuentra su cuerpo.