“Porque queremos una España unida e igualdad para todos”. Estos son los motivos por los que Inmaculada y Ricardo, un matrimonio vallisoletano, salieron ayer a la calle. Tienen que recordar cuándo fue la última vez que se movilizaron. “Cuando Miguel Ángel Blanco”, recuerdan. Pero ayer, después de más de 25 años, lo volvieron a hacer, porque “ya estamos un poco hasta las narices, estando bien…”. “Vender España a cambio de poder me parece un poco duro”, añade, no sin un cierto atisbo de resignación.
“Hay que luchar por España”, subrayan sus motivos Jesús Julio y Coral. Unos jóvenes que, como muchos otros, se sumaron ayer en Valladolid a la movilización lanzada por el PP contra la amnistía y los pactos del PSOE con los independentistas. Fue el mayor de Castilla y León, con hasta 25.000 de las 75.000 personas que salieron a la calle en el conjunto de la Comunidad, según la Delegación del Gobierno. Una cifra que el PP elevó por encima de los 125.000 para un acto tan multitudinario que en lugares como la capital del Pisuerga no se recuerda igual desde hace muchos años.
La ‘almendra central’ entera se vio obligada a cortarla antes del tiempo fijado y a pesar de que el punto de concentración estaba en la peatonal Plaza Mayor y calle de Santiago. También llegó gente de la provincia, como Bernardo, Loli, Elena, Jorge y Nerea, toda una familia. “Tienes que ser fuerte. “Estamos perdiendo todos nuestros derechos”, lamentaron, como argumento de la protesta, como ya hicieron hace un tiempo los padres para defender esos “derechos” que ahora ven “en riesgo” que padecen.
«España no está en venta», «Libertad», «España no se rinde», «Puigdemont, a prisión», entre los gritos coreados en las multitudinarias movilizaciones que ayer también llenaron las nueve capitales de Castilla y León en un rotundo y rotundo “No a la amnistía y a la desigualdad”. En el foco de atención, el presidente en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, acusó de “traidor”, “dictador”… en los gritos de ira y las pancartas de las protestas que transcurrieron sin incidentes.
Aunque con un tono más alto y cánticos más duros que posteriormente fueron trasladados frente a la sede del PSOE -cubierto por un nutrido cuerpo policial- acudiendo a la convocatoria lanzada por Vox, con más de 13.000 asistentes, según datos oficiales, que en Valladolid cifraron la presencia en 8.000 personas, que durante más de una hora aislaron el ambiente y no ahorra los cánticos. contra Sánchez. “No es un presidente, es un delincuente”, “Si tienes cojones convoca elecciones”, “No es una sede, es un prostíbulo”, entre las arengas.
Juntos, pero no mezclados, los de Abascal se habían afiliado anteriormente al PP, pero, eso sí, juntos pero no muy mezclados. Como en Valladolid, donde dos vehículos separaban el pequeño escenario desde el que los populares leyeron su discurso y las carpas montadas por los de Abascal. “¡Fuera furgonetas!”, con golpes en los cuerpos, se escuchó en uno de los momentos más tensos, que no aumentó en una jornada donde lo que se vio fue mucho “enojo” entre los asistentes al encuentro, de todas las edades. , con numerosas banderas de España -incluida una de gran tamaño que cubría a parte de la congregación- y también de la Unión Europea, a la que lanzaron su “SOS”.
También muy numerosa fue la de Salamanca, donde estuvo presente el presidente del PP y de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, entre los 21.000 asistentes, según fuentes oficiales, 50.000, según datos del PP. “Somos una nación con siglos de historia que nunca ha callado ni callará ante la desigualdad y que siempre ha sabido superar las dificultades”, advirtió Mañueco sobre ese “grito” que ayer llenó las calles de las nueve capitales de Castilla. y León con gente de todas las edades. “Busca derrotar al Estado, busca romper la igualdad entre los españoles, amordazando a jueces y fiscales y humillando al país”, recriminó Mañueco a Sánchez, a quien aseguró que lo hace “con la única intención de perpetuarse en el poder”. Cargos públicos, pero también muchos ciudadanos anónimos en su deseo de “luchar por España”.
En Segovia, el presidente de Empresa Familiar, Pedro PalomoFue el encargado de leer el manifiesto común del PP en toda España. “¿Con León o con Puigdemont?”, entre las pancartas que se podían ver en esta ciudad que convocaba a 9.500 personas, según datos oficiales, contra los pactos de Sánchez. “Ya basta” o “España no se rinde”, entre los gritos coreados por más de 5.000 burgaleses. “Quiere presidir, aunque sean, las cenizas de España”, arengó el presidente del PP de Zamora, José María Barrios, ante 2.500 almas, la misma cifra -según cálculos oficiales- que mostraron su resistencia en la amurallada Ávila. En Palencia, en Soria… plazas y calles llenas como hacía tiempo que no se veían y todo por el mismo motivo: “No a la amnistía ni a la desigualdad” y Sánchez en el punto de mira.