“Lo que la gente ha hecho es reproducir lo que ha visto en su infancia, o el ferrocarril en el que viajaba. Es un hobby, pero divertido e histórico”, afirma Agustín Buelta, organizador de este encuentro nacional de maquetistas.
“Nací y crecí junto a ella, en esta casa de aquí de la esquina, así que desde que tengo memoria los trenes han formado parte de mi vida”, afirma Manuel, de Linares. “Es un hobby que hay que trabajar en carpintería, electricidad, soldadura, marquetería, abarca todas las habilidades.“, Agregar.
Para dedicarte a este hobby hay que ser un auténtico “manitas”…
“Cuando éramos pequeños era un transformador que daba energía a una vía y así se movía el tren, no, ahora no, Ahora aquí abajo hay wifi, una centralita, unas etapas de potencia, como en el tren real. Se parece más al tren real.“, nos cuenta David, desde Valencia.
“Bueno, lo que tengo es una grúa para contenedores, con el joystick puedo mover la grúa hacia delante y hacia atrás”, así aporta Carles, que añade: “Son módulos que se pueden unir entre sí. Por ejemplo, “un señor de Sevilla puede unirse con un hombre del País Vasco, o de Asturias, y luego podemos juntarnos en cualquier parte”.
Aunque es un hobby nostálgico, la tecnología también está muy presente
Lo que empezó como un juguete se ha convertido en un verdadero arte. El realismo con el que están elaborados estos modelos es realmente sorprendente. Son miniaturas que narran la larga historia del ferrocarril en nuestro país que se remonta a 1837. Ese año se inauguró la línea Habana-Güimes, cuando Cuba era provincia española. Es la añoranza de un tren de ventanas que se pudieran abrir… más lento sí, pero que se detuviera en los pueblos más remotos. Él Inaugurado en Cuba primer tren españolcuando era provincia española.