El escritor, poeta y dramaturgo francés del siglo XIX. Julio VerneSe anticipó más de un siglo, no sólo a acontecimientos o inventos tecnológicos del futuro, sino a su existencia sin que se conociera previamente el concepto o la palabra, ya que no existían directamente. Ejemplo, el submarino, los cajeros automáticos, los trenes subterráneos (el metro)… el famoso viaje a la luna, la vuelta al mundo en 80 días…
Logró hazañas que iban más allá de la vida cotidiana, al igual que el judío. Eliezer Ben-Yehuda en 1881, lexicógrafo y lingüista, quien logró recuperar el hebreo, una lengua muerta que no se habla desde hace siglos (fue escrita y estudiada mil veces), a pesar de enfrentarse a un vocabulario inexistente para describir conceptos y objetos modernos. ¿Te imaginas a un contemporáneo de Cristo diciendo: “¡Oye, amigo, pásame tu celular!” o «Jesús, ¿cómo viniste de Egipto, en avión?«. Hoy en día existen más de 20 periódicos en hebreo, que hacen referencia con seguridad al chat GPT, a los satélites, al cáncer o a los átomos.
Pero, y pidiendo disculpas de antemano al paciente lector de torrevieja news today por la digresión histórica, esto nos lleva a dos premisas. Primero, Julio Verne tenía una mente prodigiosa a la hora de construir una realidad futura inexistente y, dos, Las predicciones de Julio Verne se hacen realidad.
Antes de detallar cómo Julio Verne predijo lo que sucederá en España con Carles Puigdemnot en 2023, un dato que dejó escrito en su novela Michel Strogoff (1876), permítanme reforzar mi argumento y enumerarles, muy brevemente, las predicciones de Verne que se hicieron realidad.
Primer ejemplo, en su obra ‘De la Tierra a la Luna’ (1865) Verne imaginó un viaje espacial tripulado a la Luna. Pasaron 104 años hasta que, en 1969, la misión Apolo 11 llevó al primer ser humano, Neil Armstrong, a pisar la Luna. En segundo lugar, en ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’ (1870) describió un sofisticado submarino, el Nautilus, 70 años antes de que apareciera el primero. En tercer lugar, en ‘La vuelta al mundo en ochenta días’ (1873) Verne se propuso el reto de completar una circunnavegación alrededor del mundo en sólo ochenta días. No fue hasta 1889 que la periodista Nellie Bly logró superar este objetivo. Es otra de sus acertadas predicciones ya que en su novela ‘París en el siglo XX’ (1863) Verne describía rascacielos, trenes subterráneos e incluso cajeros automáticos y coches eléctricos, que 130 años después forman parte de nuestras vidas.
‘Una época en la que los gobernantes no perdonaban a los traidores’
En Michael Strogoff, Verne, con la misma clarividencia, afirma sobre el traidor Ivan Ogareff que “un condenado no es verdaderamente peligroso, hasta el día en que es perdonado”. A Advertencia dada al zar por el jefe de policía..
La obra, en sus más de 300 páginas, narra las peripecias de Miguel Strogoff para impedir (o no) que Ivan Ogareff, nuestro Puigdemont del siglo XXI, hiciera volar por todos lados el Imperio ruso.
Hay 300 páginas apasionantes donde Se describen las similitudes de un imperio en manos de traidores, cuyo final literario no te voy a desvelar para que disfrutes de esta obra, como seguro que has disfrutado con muchas de las novelas de Verne. Una obra en la que se analiza y describe el final “en el que los gobernantes nunca perdonaron a los traidores, (…) y los proyectos de Ogareff -nuestro Puigdemont y sus socios- no podrían haberse llevado a cabo”.
¿Se saldrán con la suya Pedro Sánchez y sus 120 diputados en el Congreso? –incluidos los 8 diputados del PSOE de Emiliano García-Page- ¿Y perdonarán a Puigdemont? Verne ya la novelizó hace 147 años. Pero en esta ocasión, el español y de carácter nada quijotesco, el presidente de nuestra tierra, Emiliano García-Pagetenemos en nuestras manos cambiar el destino de un país que quieren volar por todos lados, vendiéndolo al mejor postor, en definitiva, poniéndolo en manos de traidores. Emiliano, este médico estaba al lado de tus padres cuando Javi y tú vinisteis al mundo.. Hicimos todo lo que estuvo a nuestro alcance, en ese nacimiento de gemelos que fue temprano. Ahora España os necesita.