La reunión se había desarrollado con cierta tensión. Durante la segunda mitad, el colegiado había ordenado la expulsión del padre de uno de los jugadores del equipo visitante, la SD Indautxu bilbaína, por continuos insultos hacia el colegiado. Se vio obligado a abandonar las instalaciones de Sansomendi y el encuentro se reanudó con normalidad.
Sin embargo, un grupo de entre cinco y ocho encapuchados situados detrás del banquillo visitante, ya avisaban de lo que podría pasar al final del partido: “En cuanto suene el silbato, los vamos a coger”, gritaban. según José Hernández, presidente de la Sociedad Deportiva. Indautxu. El técnico visitante, en un intento de evitar un posible incidente, reunió a sus jugadores en una de las esquinas del campo nada más señalar el árbitro el final, a excepción del portero, que se encontraba en el otro extremo del campo y fue una víctima. de la agresión de los violentos.
“Varios locos saltaron al campo y agarraron al portero que estaba solo. Le dieron un puñetazo en el ojo y fue entonces cuando los padres saltaron de la grada”, recuerda Hernández. A partir de ahí, la versión arbitral choca con la de los presidentes de ambos clubes. El primero habla en el acta arbitral de una batalla campal con alrededor de medio centenar de personas implicadas, mientras que los presidentes de ambos clubes coinciden en que “los padres saltaron al campo con la intención de apaciguar y calmar los nervios”.
De todos modos, el portero agredido fue inmediatamente auxiliado por el presidente y miembros del cuerpo técnico del equipo rival: “Lo sacamos del campo, lo llevamos al cuarto de equipos y le pusimos hielo. Le habían golpeado en un ojo. pero estaba consciente y no tuvo consecuencias”, explica el presidente del conjunto vitoriano. La acción de padres y cuerpo técnico de ambos equipos sirvió para poner fin a la trifulca.
Todos los agresores son menores de edad.
Minutos después del ataque, hasta 6 patrullas de la Ertzaintza acudieron a las instalaciones, avisadas por uno de los padres. En su poder ya están las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad del campo y facilitadas por el CD Lakua, a través de las cuales se ha reconocido a todos los agresores, de entre quince y diecisiete años. Testigos del partido destacan que este grupo no representa a ninguno de los clubes y desconocen el motivo de su presencia en el campo el pasado sábado.
El jugador agredido ya presentó una denuncia ante las autoridades y ambos clubes han condenado los hechos con comunicados oficiales en sus redes sociales. A su vez, los presidentes de los dos equipos han comunicado a torrevieja news today Noticias que también presentarán las correspondientes denuncias y mostrarán su total disposición ante las entidades competentes.