La defensa de Javillo critica que no lo detuviesen aunque estaba en busca y captura



Después de más de un mes de aplazamiento, El caso de Javier Janeiro Rodríguez, alias “Javillo”, volvió este lunes a la Audiencia Provincial. El capo de la heroína de Vilanovés se sentó en el banquillo junto a su exmujer, Rosa Rodríguez; su hijo, Miguel Ángel Janeiro; y otros imputados para escuchar las declaraciones de nueve agentes e investigadores del caso. Este martes se espera que declaren otros quince.

La audiencia se caracterizó por un tira y afloja entre la abogada de Javillo, Carmen Ventoso, y la jueza presidenta del tribunal, Ana Blanco. Este último consideró Numerosas preguntas “impertinentes” de la defensa Durante los interrogatorios Ventoso realizó al menos cinco “protestas respetuosas”.

Uno de los temas discutidos fue el hecho de que Los agentes no detuvieron a Javillo durante la investigación a pesar de que era buscado y capturado. La defensa señaló que “fue un delito”, pero uno de los guardias civiles del Equipo Contra el Crimen Organizado y Antidrogas (EDOA) explicó que las cosas se hicieron así por el bien de la investigación. “No fue detenido porque había más personas involucradas”, dijo el interrogado.

Otra cuestión que preocupó a la defensa fue por qué no fue interceptado el vehículo conducido por los también imputados Jesús Nine Oubiña y José Alfonso García, que realizaban envíos habituales de cocaína desde la provincia de Pontevedra al garaje de la familia Janeiro. Según el abogado, En la investigación hay hasta 60 ocasiones en las que fueron vistos o grabados por cámarasSin embargo, un guardia civil afirmó que lo hacían por seguridad: “Si cada vez que sospechamos que un vehículo lleva droga lo paramos… teníamos que estar seguros”, afirmó. Estos dos colaboradores de la red viajaron juntos en coche. Uno de ellos se dirigió a la ciudad, se detuvo brevemente en un bar y presuntamente contactó con Miguel Ángel Janeiro. Una vez que tuvieron el ok, intercambiaron asientos -el piloto pasó a ser copiloto- y realizaron la entrega.

Durante la primera sesión del juicio, José Alfonso García no admitió el delito e intentó exculpar a Javillo entregando a los magistrados una carta manuscrita en la que admitía que iba a realizar una entrega a un hombre con una descripción física distinta a la de aquel. del capo. Por su parte, Jesús Nueve Oubiña aseguró que cuando lo detuvieron “no sabía que transportaba droga”.

“¿Puedo decir algo?”

A Rosa Rodríguez, ex esposa de JavilloLa fiscalía le pide ocho años de prisión y el pago de una multa de 50.000 euros por un delito contra la salud pública por tráfico de drogas que causan graves daños a la salud en cantidades de notable importancia.

Durante la primera sesión, celebrada el 2 de octubre, señaló que “No vendía drogas, sino que las consumía”. Este lunes, aunque no le tocaba declarar, intervino en dos ocasiones para pedir “decir algo y cambiar el testimonio” ante el juez. Aunque le ordenaron que guardara silencio, intentó hablar por segunda vez. fue otra vez advirtió que podría ser expulsada. Se le informó que podía hablar con derecho a tener la última palabra.

El abogado preguntó a la mayoría de los agentes interrogados si había presenciado o podido probar que Rosa participó en las transacciones. Todos dudaron. Un policía de Vigilancia Aduanera indicó que “Rosa entra y sale varias veces del garaje de la calle Vinteún, pero no podemos asegurar que coincidiera con Libanel (persona acusada de suministrar hachís desde Sevilla o Ponferrada a la organización)”.

Los investigadores instalaron una cámara activada por movimiento que apuntaba a este importante punto de la estructura. Ventoso no tuvo clara la legalidad de su usopero tanto un guardia civil del EDOA como un agente de aduanas explicaron que no necesitaban autorización para utilizarlo.

no hay impotencia

La defensa intentó repetir las pruebas realizadas en la primera sesión, el 2 de octubre, cuando se llevaron a cabo las preguntas preliminares y declaraciones de los imputados. Sin embargo, el Tribunal no admitió la solicitud porque al no haber transcurrido 30 días “no existe indefensión”.

al líder de esta operación, llamada Reditus, le piden ocho años de prisión y el pago de una multa de 50.000 euros. Lo mismo con su exmujer. Por otro lado, piden a su hijo seis años y medio de prisión y una multa de 43.500 euros.

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