El alcalde de Vilagarcía de Arousa, el socialista Alberto Varela, ha sido reelegido esta tarde como presidente de la Federación Gallega de Municipios y Provincias (Fegamp), para los próximos cuatro años, durante la XI Asamblea General, en medio de críticas del PPdeG. Pese a que hubo acuerdo entre los socialistas, populares y BNG, para presentar una lista única, encabezada por Varela, el PP se distanció in extremis al considerar que O Pino politiza instituciones como la Fegamp, que utilizan con fines partidistas.
En el Palacio de Congresos y Exposiciones de Galicia, en Santiago, la candidatura de Varela ganó por un margen no muy amplio. Obtuvo 740 votos, de un total de 1.614, una diferencia de poco más de cien respecto a la opción presentada por el PP, liderado por Héctor Corujo, alcalde de O Incio (Lugo), que obtuvo 627. Se obtuvieron 204 apoyos. por el BNG, que puso al frente a Secundino García, concejal de San Sadurniño (La Coruña). Se convierten en dos y tres, respectivamente.
A primera hora de la mañana, el PPdeG anunció que había decidido presentar su propia lista, encabezada por Corujo, al considerar que el PSdeG “había roto la colaboración que quería traducirse en una lista única”. Al final de una reunión en la sede regional -encabezada por la secretaria general, Paula Prado, y el presidente provincial de La Coruña, Diego Calvo-, los populares criticaron que los socialistas “a imagen y semejanza de Pedro Sánchez en Madrid , quieren politizar las instituciones, haciendo un uso partidista con absoluta desvergüenza.
El PPdeG expresó, en una nota informativa, su malestar por la reunión del pasado lunes entre Varela y José Ramón Gómez Besteiro -candidato a la Xunta- en las instalaciones de la Fegamp. “Si ese es el modelo de municipalismo que quiere el PSOE, atacando a las instituciones, no deberían contar con nuestra colaboración”.
Desde las filas socialistas, respondió el secretario de organización del PSdeG, José Manuel Lage Tuñas, acusando al PP de “importar la tensión en el espacio madrileño” y de dar un “salto importante” al “romper la institucionalidad”. Lage atribuyó el descontrol del movimiento popular a lo “nerviosos que se ponen cuando ven a Besteiro”, ante la proximidad de las elecciones autonómicas.
Para el número dos del PSOE gallego, el enfado por el encuentro de su candidato con Varela no es más que una “excusa muy pobre y extraña”. Lage arremetió contra el PPdeG, al que achacó “romper una tradición de entendimiento” y “diálogo constante” en la Fegamp porque -ha argumentado- “no les importan en absoluto los ayuntamientos gallegos” ni la federación. Además de contravenir lo expresado por los gallegos en las urnas: el PSdeG afirma que el resultado del 28M se traduce en la voluntad del electorado de que los socialistas lideren la Comunidad a nivel local.
Tensión con Calvo
Un tira y afloja que, a otro nivel, continuó por la tarde, tras la votación y en la clausura de la asamblea. El vicepresidente primero de la Xunta, Diego Calvo, tuvo dificultades para continuar con su discurso debido al ruido que organizaron algunos de los presentes, tras afirmar que “el Gobierno gallego destina cada año importantes cantidades y servicios que son competencia municipal”. ” “Sin duda”, añadió, ante el revuelo que se generó al aludir al SAF o a las infraestructuras hidráulicas.
Asimismo, admitió que “los ayuntamientos también tienen muchas competencias que pertenecen a la Xunta”. “Por supuesto que sí, nunca lo negamos”, ha remarcado, antes de abogar por “aclarar de una vez por todas” las competencias, y que no se sigan implementando nuevas competencias “sin poner fondos sobre la mesa”. “En eso estamos todos de acuerdo”, celebró al escuchar algunos aplausos. El número dos de la Xunta llamó a alcanzar el mayor número de acuerdos posibles con Fegamp antes de final de año. Y advirtió que los ayuntamientos también sufrirán los agravios de los pactos de Pedro Sánchez.
Varela -el primer presidente de la Fegamp reelegido- volvió a reclamar que se incremente el fondo de cooperación local, sin distinciones entre los 313 ayuntamientos -Calvo defendió el modelo de la Xunta de compensar a los más pequeños-; que “se retome el cumplimiento del pacto local”; que la Xunta “asuma los gastos” de los centros educativos y sanitarios; o que, por ley, las normas autonómicas que afectan a sus arcas conlleven la financiación “necesaria”.