Tres de los protagonistas de esta historia ya lo eran en junio de 2018. En la madrugada del 27 de junio de ese año, más de mil policías nacionales y mossos d’esquadra entraron simultáneamente en 74 domicilios de Alicante, Barcelona, Madrid y Valencia y detuvieron a 130 pueblo, acusado de liderar e integrar la mafia armenia que se había instalado en España. El operativo policial estuvo liderado por los fiscales anticorrupción Juan José Rosa y José Grinda y por el valiente juez de instrucción de Terrassa, Jesús Iglesias. Cinco años después, los tres han vuelto a liderar una complicada y larga investigación, también con los Mossos y la Policía Nacional, y la colaboración de la policía de Georgia y el FBI, en la que las células han vuelto a verse duramente golpeadas. de la mafia georgiana que una vez más intentaba levantar cabeza como una peligrosa organización criminal. Una investigación que tuvo una derivada en Estados Unidos, donde fueron detenidos tres georgianos, al mismo tiempo que en España. Entre los treinta detenidos, la mayoría en Cataluña, pero también uno en Marbella, hay tres “ladrones legales” (vor zakonen).
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De las treinta personas detenidas el lunes, 14 estarán disponibles este jueves en el juzgado 2 de Terrassa, el que dirige el juez Iglesias, que inició las investigaciones vinculadas a la mafia oriental en 2016. En enero de ese año, dos personas fueron asesinadas en un piso en Terrassa, entre ellos Gela Garishvili, considerada una de las responsables de la mafia georgiana en Europa. El titular del juzgado número 2 de Terrassa se hizo cargo de la investigación y en cuanto se detectaron los vínculos delictivos de la víctima, el papel del Ministerio Público fue aceptado por dos fiscales anticorrupción especializados en las mafias del Este, establecidos en Madrid que luego, como Ahora, han viajado reiteradamente a Cataluña para liderar y coordinar equipos de investigación.
“Los fiscales anticorrupción Grinda, Rosa y el juez Iglesias, nuevamente unidos contra el crimen organizado”
Los detenidos se dedicaban a todo tipo de delitos. Los investigadores que han trabajado codo a codo durante meses han podido acreditar la existencia de una organización criminal en una treintena de robos a domicilio, extorsiones, amenazas y coacciones, blanqueo de capitales, contrabando de tabaco, recepciones, tenencia ilícita de armas y falsificación de documentos oficiales y de comercio. Durante las entradas del lunes, los investigadores estuvieron acompañados en algunas de las detenciones por la fiscal Rosa. Ese jueves tanto Rosa como Grinda estarán en Terrassa cuando los sospechosos estén disponibles.
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La División de Investigación Criminal de los Mossos, en concreto la unidad central de organizaciones criminales transnacionales, la unidad central de robos a mano armada y la unidad de drogas y crimen organizado (Udyco) de la Policía Nacional trabajaron en coordinación con el FBI después de que el año pasado informaran cómo Un ladrón de leyes georgiano que vivía en Cataluña estaba extorsionando a un estadounidense que tenía un negocio en Brooklyn, Nueva York.
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