La mujer de 32 años presentó síntomas graves, pero no se le realizaron pruebas hasta seis meses después, cuando ya tenía metástasis.
La sentencia estima que la paciente no recibió la atención adecuada, ya que acudió con síntomas muy graves que se prolongaron en el tiempo. -dolor abdominal intenso, diarrea, nivel elevado de calproctetina fecal- pero no se realizaron las pruebas necesarias.
El hospital le programó una colonoscopia. seis meses después luego de que el fallecido acudiera a urgencias por primera vez, en noviembre de 2018.
Durante el juicio, el perito aportado por la defensa, médico especialista en oncología, explicó que, con el padecimiento que presentaba, se deberían haber realizado estas pruebas. en cuatro o seis semanas.
En Abril de 2019, se realizó una tomografía computarizada. – antes de la colonoscopia programada, ya que los síntomas empeoraban – que reveló un cáncer de colon con metástasis en hígado, pulmón, peritoneo y ovarios.
No se pudo hacer nada por ella, más allá de tratarla con quimioterapia paliativa. los enfermos falleció en agosto de 2020.
De la noticia se hizo eco el portal jurídico Confilegal hace unos días, que señala que “el juez, de acuerdo con el perito, consideró que si se hubieran realizado las pruebas diagnósticas acordadas en noviembre de 2018 con carácter preferencial en diciembre se habría incrementado la supervivencia del paciente, que a cinco años habría sido del 50%.”
“Estamos hablando de una prueba diagnóstica sencilla en un paciente que no mejoraba y que, precisamente Por su antigüedad permite inferir la existencia de un proceso más grave. ante las sospechas iniciales”, afirmó el juez Juan Varea Orbea.