El críticas de bares y restaurantes El diablo los lleva. Muchas veces estas pequeñas publicaciones en Internet denuncian el cuestionable trato que reciben los trabajadores del sector de la hostelería por parte de algunos clientes desde primera hora del día.
El influencer valenciano Jesús Soriano (@soycamarero) ha compartido en sus redes sociales un nuevo caso en el que “aún siendo amable y teniendo detalles”, la empatía hacia el personal del establecimiento “brilla por su ausencia”.
Aunque tanto la comida como el ambiente del lugar merecen una buena calificación, la reseña otorga sólo una de las cinco estrellas con las que Google permite calificar establecimientos por su “desastroso servicio” y por ser “bastante caros”.
«Tardan mucho, algo anormal por cierto. Fui a desayunar y me dieron la tostada (completamente fría y con sólo la mitad untada con mantequilla) y 15 minutos después, el café”, denuncia el comensal.
«A una de las camareras, aunque le hables en español, te contesta en inglés constantemente. “La chica es muy simpática, pero sólo habla inglés”, continúa diciendo, para resaltar otro aspecto: el “precio elevado para lo que suele costar este desayuno”. “Pedí media tostada con mantequilla y un café y me costó 3,70 euros”, cuenta.
Sin embargo, la respuesta del establishment ofrece una perspectiva muy diferente para entender lo sucedido. El dueño del establecimiento asegura que el grupo llegó “con prisas, gritando y exigiendo de muy malas maneras” al personal “que todo fuera rápido para 80 personas”.
«15 minutos no es un tiempo exagerado. Os hemos tratado amablemente, aun sabiendo que no servimos tostadas tradicionales, hemos hecho la excepción porque eran gente mayor, tenían prisa y no había otro sitio abierto al que ir. ¿Estás dejando un comentario negativo además de eso? él pide.
«Es increíble la poca empatía que pueden tener los clientes hoy en día. La lección la aprendemos para la próxima”, lamenta el dueño de la cafetería.