Oubiña lleva a juicio la serie Fariña por dibujarle «como un monstruo»


En la primera escena de la serie de televisión ‘Fariña’, el exnarcotraficante gallego Laurano Oubiña, interpretado por el actor Carlos Blanco, aparece manteniendo relaciones sexuales con su segunda esposa, Esther Lago —en el papel de la actriz Eva Fernández. Cuando Oubiña vio aquel episodio, que se emitió por primera vez el 28 de febrero de 2018 en Antena 3, en ‘prime time’, se puso furioso. Su abogado considera que esta recreación de su personaje constituye un atentado al derecho al honor y a su propia imagen. Por esa y otras escenas, el exnarco llevará el martes al banquillo de los acusados ​​a los responsables de la serie, a quienes exige una indemnización de 1,5 millones de euros por daño moral.

El caso llega a juicio después de que no hubiera ‘humo blanco’ en el acta de conciliación porque Atresmedia, Netflix y Bambú Producciones se negaron a pagar al mandamás gallego el dinero que pedía. Por eso será en la sala del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) donde se dilucidará el futuro del caso, al que llegó de rebote tras un juzgado de Madrid -donde se Inicialmente se presentó la demanda -queda inhibida a favor de los tribunales gallegos-. Allí se decidirá si es cierto que, como denuncia Oubiña, determinadas escenas vulneran los derechos fundamentales de uno de los narcotraficantes más famosos de las últimas décadas.

Varios testigos

Se cita a declarar a representantes de las empresas demandadas y al periodista. Nacho Carretero, autor del libro sobre el narcotráfico gallego del mismo título en el que se inspira la serie de televisión. No tendrá que declarar a Oubiña, porque los acusados ​​no lo solicitaron, pero el ex contrabandista también tiene previsto ser visto a las puertas de los juzgados de Vilagarcía.

La serie de televisión está basada en el libro pero, en muchos casosa través de una interpretación muy libre de lo que Carretero recoge en sus páginas. Por ello, el abogado de Oubiña, Jorge Paladino, llama a declarar al periodista: para mostrar las diferencias entre la obra escrita y la recreación audiovisual, en la que, a su juicio, el exnarco sale muy mal parado con un relato de “hechos”. “. que no son ciertas” y que “dañan la imagen” de su cliente, sostiene su demanda.

La demanda detalla capítulo por capítulo—son un total de diez episodios—aquellas escenas que se “una mera y tosca invención” y eso, para su abogado, provoca que Oubiña tenga que “pagar socialmente por actos que no ha cometido”. Esa escena de sexo inicial, por ejemplo, para el abogado de Oubiña transmite una imagen “cruda, cruda y de mal gusto” de la protagonista, “con la intención de ser utilizada como gancho para obtener un mayor público”. Por otro lado, Ramón Campos, productor ejecutivo de Bambú, uno de los testigos citados para el juicio, defendió en su momento en torrevieja news today que “No es una secuencia de sexo gratuita” y tiene una “razón de ser” dentro de la trama basada en hechos reales.

Pero no son sólo las escenas de sexo –la del primer capítulo no es la única– las que molestan al ex narcotraficante. En ese mismo episodio se recrea un supuesto encuentro entre Oubiña y otros contrabandistas en el que se demuestra que deben aportar dos millones de pesetas a financiar la campaña electoral de un político quien resultaría ser -como se reveló en episodios posteriores- el expresidente de la Xunta Gerardo Fernández Albor. “Estos hechos no son ciertos y dañan la imagen de mi cliente y atentan contra su honor, ya que en su vida ha visto frente a él al señor Fernández Albor, ni nunca ha aportado dinero a sus campañas políticas”, señala el comunicado. demanda.

tráfico de cocaína

Otras escenas -en varios capítulos- sugieren que Oubiña se dedicó a la cocaína cuando el exjefe, que hizo fortuna con el contrabando de tabaco y se convirtió en el rey del hachís de las Rías Baixas, siempre se ha jactado de no haber traficado nunca con esa sustancia —aunque hay investigadores que lo dudan. En cualquier caso, nunca fue condenado por delitos relacionados con el tráfico de cocaína.

En definitiva, la demanda lamenta que Oubiña -que aparece bajo su nombre real en la serie- sea caracterizado como “violento, machista, traficante de cocaína, vicioso, infiel, irrespetuoso, dejado, bruto, tonto y vengativo” -entre otros calificativos-. en el que se recrea el texto—. Su abogado asegura que le dibuja en la serie “como a un monstruo” Le causó problemas personales con sus diez hijos.tanto con los ocho de su primer matrimonio como con los dos que tuvo con Esther Lago —fallecida en 2001—.

Oubiña, vendiendo su libro en una feria el pasado 2019

MIGUEL MUÑIZ

Recuerdan también que Oubiña, al salir de prisión, donde pasó más de dos décadas cumpliendo diversas condenas por tráfico de drogas y blanqueo de capitales, se dedicó a recorrer ferias y mercados gallegos vendiendo un libro escrito por él y camisetas sobre él. Y que al momento de la presentación de la demanda —en octubre de 2020—, el ex contrabandista “Sobrevivió” con una pensión mensual de 392 euros. Insistiendo en que su cliente tiene peor fama que fortuna, su abogado añade que incluso tuvo problemas con varios bancos “para poder abrir una simple cuenta de ahorro”.

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