De poner en la coctelera instrumentos musicales y pintura surgió Cromática, una combinación de museo y galería de arte que se ubica en uno de los lugares más antiguos del Toledo antiguo. En este espacio construido sobre lo que fueron los Antiguos Palacios Árabes de Galianapianos, guitarras, saxofones y violines han sustituido a los tradicionales lienzos y recogen las creaciones de más de 40 artistas de diferentes estilos y nacionalidades.
Luis García Cid, su creador, la música está en su ADN. Cuarta generación de fabricantes de instrumentos, este inquieto luthier quiso innovar e ir más allá de lo que ya venía de la tradición familiar, y hace 25 años se embarcó en la creación de una marca de instrumentos que se diferenciaban de las demás por su acabado.
«Empecé con una colección de saxofones pintados. Tuvieron tanto éxito que a partir de ahí empecé a pintar sobre otros instrumentos hasta que llegó un momento en el que tenía tantos que decidí hacer un museo”, explica a Europa Press.
Natural de Villacañas, su vinculación con Toledo le hizo elegir la Ciudad de las Tres Culturas a la hora de dar vida a ese contenedor que albergaría todos sus instrumentos decorados, que brillan en un lugar con tanta tradición como el Casa Madre de las Concepcionistas.
«Es un edificio de 1.200 años, seguramente uno de los con más historia de España. Antiguos palacios árabes, residencia de reyes y, desde hace 500 años, monasterio de la Inmaculada Concepción. A las monjas les encantó el proyecto y las posibilidades que tenía, porque mezcla música y pintura”, recuerda.
Pero durante la creación de Cromática se encontró con el Covid, lo que dificultó y ralentizó la apertura de este museo, que finalmente abrió en un momento de muchas restricciones. «Nos pilló la cuarta, la quinta y la sexta ola. “Parecía más una competición de surf que la inauguración de un museo”, bromea su creador, que calcula que cerca de 50.000 personas han podido visitar sus instalaciones en estos más de dos años de existencia.
Para dar la primera pincelada sobre el lienzo en blanco que luego se convertiría en este museo, su promotor estuvo acompañado de 32 pintores que, deslumbrados por la novedad del proyecto, aceptaron imprimir su arte en diversos instrumentos. Dos años después de aquel inicio, ya son casi 45 los artistas pintando para Cromática, que incluso tiene lista de espera.
Aunque la gran mayoría de ellos son nacionales, los escaparates de este espacio único en el mundo también son Exhiben creaciones de autores de Francia, Cuba, Taiwán o Japón. Todas las piezas que salen de sus manos encajan perfectamente en el mercado porque, como relata García Cid, suelen ser compradas por coleccionistas de arte.
“Es mucho más atractivo y exclusivo tener un instrumento pintado que un cuadro, de los que hay millones”, afirma el promotor de este museo, que aunque admite que le cuesta elegir uno de los singulares instrumentos que tesoros en Cromática, reconoce tener su “ojito”. bien”.
«Me gustan mucho los saxofones, son muy especiales. Pero La joya del museo es un piano Bechstein de 1896.. Pasó 40 años en la Ópera de Londres. Ha sido pintado por Carlos Galván. Fue casi un año”, explica García Cid sobre esta pieza estrella, que tiene gran visibilidad en el museo.
Nuevos proyectos y exposiciones.
Aunque Cromática sigue siendo una “gran desconocida” en la ciudad, teniendo en cuenta que ni siquiera aparece en los mapas turísticos que se dispensan en las oficinas de la ciudad, su creador no desiste a la hora de emprender nuevos proyectos.
“La idea, a largo plazo, es abrir otras cromáticas en otras ciudades, ya que tengo instrumentos y pintores”, afirma García Cid, que está deslumbrado por Granada, Málaga o Valencia para iniciar una réplica de la toledana.
A corto plazo, este espacio único, en continua renovación expositiva, acogerá también las obras de artistas miembros de la Asociación Española de Pintores y Escultoresalgunos de ellos ganadores del Reina Sofía.
Así lo cuenta Sara Díaz, subdirectora del museo, quien asegura tener cubiertas todas las exposiciones del año 2024, en las que se da preferencia a los artistas que creyeron en el proyecto desde su inicio, y a los que no lo hicieron. demasiado convincente para participar. Se unirán a él.
«Cuando preguntamos a gente como Dalila del Valle, Carlos Galván, Enrique Donoso o Jesús Alcolea, que tienen muchos encargos y exposiciones, si querían pintar sobre un Bechstein de 1896 o sobre un contrabajo de dos metros, la verdad es que No dudó mucho. “, él dice.
De ahí que Sara Díaz se centre en la singularidad de Crómatica que, en su opinión, rompe con la noción de museo. “Es un concepto muy global, donde historia, música en vivo y pintura se mezclan para ofrecer experiencias muy divertidas, mientras puedes tomar un cóctel del campeón mundial de coctelería, Santi Checa”.
Y Cromática, además de arte pintado, ofrece arte musical. Hasta un total de ocho artistas de diferentes estilos y nacionalidades deleitan la visita con variadas actuaciones todos los días, excepto los martes, cuando el museo cierra por descanso.