El líder de Junts fue el más aplaudido en un acto de la Universitat Catalana de Verano en el que participaron Aragón, y los expresidentes Torra, Pujol y Montilla, que fue abucheado mucho
El acto más esperado de la 55ª edición de la Universidad Catalana de Verano lo protagonizó un prófugo. Había mucha expectación por ver al expresidente catalán carlos puigdemont en su primera salida de Bélgica tras perder la inmunidad parlamentaria y por su reunión con el presidente de la Generalitat, Pedro Aragón, en Codalet, localidad francesa situada a unos 60 kilómetros en línea recta de la frontera española, en el homenaje al compositor Pau Casals en el 50 aniversario de su muerte y al que asistieron otros expresidentes catalanes como Jordi Pujol, José Montilla o Quim Torra.
Cada uno de ellos intervino en el acto, como el propio Puigdemont, que no atendió a los medios a raíz de ese ‘pacto de silencio’ impuesto a su partido mientras duran las negociaciones con el PSOE para la investidura del candidato socialista. Pedro Sánchez. Sin embargo, Puigdemont fue el más aplaudido por un centenar de soberanistas que lo saludaron al grito de “nuestro presidente” o “independencia”, mucho más que los aplausos que recibió Aragón o que contrastaron con los abucheos al expresidente Montilla (PSC). Los dirigentes de Junts escenificaron durante un día esa unidad que reclama el independentismo para obligar a los socialistas a cumplir con sus exigencias, principalmente amnistía y referéndum de autodeterminación, para apoyar una presidencia de Sánchez.
Pese a que los discursos fueron en referencia a Pau Casals, no faltaron las referencias, algunas más veladas que otras, a la situación actual de España, con la investidura del candidato del PSOE en el aire. En su discurso, Puigdemont defendió la carrera del músico catalán, que durante su carrera rechazó actuar en Rusia y Alemania por sus regímenes políticos, y ya en el exilio rechazó el cargo de presidente de la Generalitat. En este sentido, el líder de Junts ha elogiado a Casals por no buscar una “salida personal”, sino pensar “en el país”. Llevando su figura al presente, Puigdemont añadió que “tenemos derecho a hacer lo mismo por el país, por la lengua y por su gente”.
“Hoy, gracias al apoyo de Casals, podemos proyectarnos, reivindicarnos ante el mundo como lo que somos y podemos reivindicar la lengua como patrimonio de la humanidad”, en referencia al catalán. En este sentido, ha añadido que “cuando pedimos que el catalán sea una lengua de Europa, una lengua viva junto a las demás, lo hacemos siguiendo el mismo hilo de las generaciones que nos han precedido, pero pensando en los demás y no sólo en nosotros mismos”. , del mismo modo que lo hizo Pau Casals, sin buscar una salida personal para sí mismo”. Por su parte, Pere Aragons aseguró que actualmente es necesario reclamar “más que nunca” amnistía y autodeterminación ya que considera que “tenemos un conflicto político pendiente de resolver que no se debe a la represión sino a la negativa del Estado español para permitir que Cataluña decida libremente su futuro, por lo que lamentó como un “hecho excepcional” que los expresidentes catalanes se reúnan fuera del territorio español, en “las regiones del norte”, en referencia al proceso judicial abierto contra Puigdemont.
Por eso Aragonés ha señalado que es “imprescindible” resolver el conflicto y encontrar una “solución democrática para que este acto se convierta en una normalidad”. Además, el presidente catalán aseguró que actualmente en Cataluña no se puede hablar de “plenitud nacional” y pidió medidas concretas para promover el catalán y “ejercer plenamente los derechos y libertades” que le corresponden a Cataluña como nación, “trazando caminos amplios”. El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol también advirtió que la identidad y la lengua catalanas están “en peligro” y por ello instó a su defensa. Además, expresó su “particular reconocimiento” al expresidente Carles Puigdemont.
Fiel a su estilo, el expresidente de Cataluña, Quim Torra, hizo una referencia a cuando Pau Casals fue uno de los candidatos al Nobel de la Paz en 1958: “Curiosamente, ese año el Nobel de la Paz quedó desierto. Supongo que ninguno “Todos podemos pensar que alguna siniestra maniobra española debió actuar para que este premio no fuera concedido”. Además, aseguró que el compositor “se sentía catalán, nada más” y fiel a la tierra, la lengua y la cultura.
Abucheos a Montilla
En su intervención en este acto, el expresidente de la Generalitat José Montilla fue abucheado por decir que “la España homogénea y excluyente tiene que dejar paso a una España fraterna, respetuosa de la diversidad y capaz de gestionar su pluralidad” y añadiendo que “no se puede “Construir una nación negando a una parte de la ciudadanía su derecho a pertenecer a ella simplemente porque entiende de otra manera su identidad nacional”, afirmó Montilla tras pedir “diálogo y pactos”, en referencia al apoyo independentista a Sánchez.
Montilla aseguró que los presidentes presentes han trabajado para “hacer de Cataluña un lugar más próspero y mantener los valores universales de Pau Casals”, al que ha catalogado como uno de los nombres más importantes de la cultura catalana. Sin embargo, la ciudadanía comenzó con silbidos cuando afirmó que el sistema democrático español “estos días ha demostrado su capacidad para construir acuerdos”, por lo que añadió que “espero que seamos capaces de abordar los problemas”.