Noelia de Mingo, la exmédica de Jiménez Díaz que hace veinte años apuñaló a ocho personas y mató a tres de ellas, volvió a sentarse este lunes en el banquillo de los acusados. Esta vez, por apuñalar a dos trabajadores de un supermercado en El Molar, municipio en el que vivía tras ser liberada, bajo la supervisión de su madre octogenaria y siguiendo un tratamiento ambulatorio por su esquizofrenia paranoide. Pero su estancia en la Audiencia Provincial ha sido efímera. Citado a las 10 de la mañana, De Mingo ha pactado con la Fiscalía y con las víctimas su internamiento durante 33 años en una prisión psiquiátrica.
El acuerdo se alcanzó poco antes de que comenzara la vista oral, porque una de las mujeres se había negado hasta ahora a negociar, informa Europa Press. La imputada, esposada y seria, ratificó el acuerdo ante el tribunal y dijo estar de acuerdo con la pena impuesta. La Fiscalía le imputó dos delitos de tentativa de homicidio y otro de atentado, y pidió para ella -de celebrarse el juicio- nueve años y nueve meses de prisión; sus acusaciones, hasta quince años.
El abogado de las víctimas, Carlos Sardinero, se mostró partidario de llegar a un acuerdo, pero advirtió a su llegada a la Audiencia Provincial: sólo se cerraría si aceptaba una pena de prisión o un internamiento psiquiátrico “prolongado y severo” para evitar situaciones más graves. incidentes.
Además, una vez quede en libertad no podrá regresar a El Molar, pueblo donde reside su madre y donde vivió De Mingo tras salir de prisión tras su triple asesinato. El pacto implica la libertad supervisada por cinco años y le impide ingresar al municipio durante el mismo período. Tiene una orden de alejamiento contra uno de los empleados atacados y debe indemnizar a uno de ellos con 110.000 euros y al otro con 50.000.
Sardinero ha sostenido que, aunque De Mingo padece esquizofrenia paranoide, la patología no tenía relación con los graves actos que cometió. “Ella sabía lo que hacía y tenía otras motivaciones”, afirmó el abogado, que pidió inicialmente quince años de prisión para cada víctima, al considerar que los hechos deben calificarse como tentativa de homicidio y no homicidio al no dar a sus víctimas la posibilidad de defenderse. él mismo. El Ministerio Público, en su escrito de acusación, coincidió: “Su enfermedad mental limitó sus capacidades intelectuales y volitivas, aunque no las abolió”.
Los hechos por los que ahora está siendo juzgada se remontan al 20 de septiembre de 2021, a las 11.30 horas, cuando Noelia de Mingo ingresó a un supermercado de El Molar y apuñaló al cajero en el abdomen “con la intención de acabar con su vida”. “, según el escrito de la Fiscalía. Acto seguido, forcejeó con un cliente y se dirigió hacia otro empleado que cayó al suelo al intentar huir. La apuñaló dos veces por la espalda. Desde ese día, el triple asesino se encuentra privado de libertad.
En 2003, fue la primera vez que De Mingo atacó. En ese momento, de 31 años, apuñaló a ocho personas en Jiménez Díaz, donde trabajaba como residente de Reumatología, al sufrir un brote psicótico. Tres de ellos (un colega, un paciente y un visitante) perdieron la vida. Tres años después fue absuelta al conocerse la defensa plena de locura mental y se ordenó su ingreso en un centro psiquiátrico por un máximo de 25 años. Pero tras varios informes, en 2017 su situación volvió a cambiar: fue puesta en libertad, debiendo seguir un tratamiento ambulatorio en su domicilio, al menos hasta 2028. Ahora, regresa a una prisión psiquiátrica.