El acusado de asesinar a Diolimar Alemán la madrugada del 9 de junio de 2022 aseguró este martes que en ningún momento tuvo la intención de provocar su muerte y que el cuchillo se le clavó accidentalmente, como resultado de una lucha. Además, indicó que la víctima estaba encima de él; que previamente le había arrebatado el cuchillo de las manos y fue entonces cuando, al intentar quitárselo con la mano izquierda, ella cayó sobre el cuchillo que le había quitado previamente y que tenía en su mano derecha, informa Ical.
En la sexta sesión de juicio con jurado popular celebrada en la Audiencia Provincial de Soria, el imputado que se enfrenta a una pena de prisión de 23 añosquiso convencer al jurado de que la muerte de Diolimar se produjo luego de una discusión derivada de los celos que sentía; que ella era la que portaba el arma; e incluso afirmó que luego de apuñalarse con el cuchillo, la víctima se sentó y tomó nuevamente su celular para revisarlo nuevamente.
«Ni siquiera ella se dio cuenta de lo que había pasado. Unos segundos después vio que estaba sangrando y fue cuando la agarré y la dejé en la cama.“, preciso.
La versión del imputado compara con la emitida por los médicos forenses el lunes 20 de noviembre, quienes sostuvieron que la víctima no presentaba signos de defensa; eso La puñalada requirió considerable fuerza y violencia. y que murió casi de inmediato ya que la hoja del cuchillo le atravesó el pulmón y le rompió el corazón. También confronta la versión de la policía científica que determinó que La mujer murió en la cama y los hechos ocurrieron en ese lugarya que en la cama sólo se encontró sangre.
El acusado describió a la víctima como una mujer celosa que controlaba su celular porque desconfiaba de su fidelidad, y afirmó que le arrojó el celular a la espalda y luego a la cara, causándole un hematoma y también heridas en el rostro y las manos.
Su abogado intentó demostrar con pruebas documentales las conversaciones que mantuvo su cliente por WhatsApp y las fotografías de las heridas que tenía el día de los hechos. Sin embargo, el juez de la Audiencia Provincial y la Fiscalía se opusieron porque Ninguna de las dos pruebas se presentó a tiempo y forma en que se llevaron a cabo las acciones.
La insistencia del abogado defensor hizo que el magistrado repitiera al jurado que No pude tomar en cuenta las fotografías que intentaban probar que el acusado había sido agredido por la víctima.
La versión del presunto asesino también difirió de la de los testigos en cómo se desarrollaron los hechos, ya que determinó que a la 1:20 am, momento en que Diolimar llegó a la casa con su tío, la niña estaba despierta y se fue a la cama. con ella hasta que se quedó dormida. Además, señaló que salió de su casa luego del hecho “fortuito”, porque el tío de la víctima se lo pidió, y Arrojó el cuchillo desde la puerta del dormitorio. al fregadero de la cocina.
El penúltimo día del juicio sirvió para que las partes presentaran sus alegatos finales. La fiscal jefe, María José Burgos, que pide 23 años de prisión, diez años de libertad vigilada y 250.000 euros de indemnización para la hija del fallecido, sostuvo nuevamente que no hubo discusión previa entre la víctima y el imputado, ya que los testigos así lo confirmaron; que tampoco se produjo pelea porque en la habitación no había evidencia de ello y la víctima no mostraba signos de defensa; y el apuñalamiento lo tomó por sorpresa. «El forense ha indicado que fue apuñalada por sorpresa, con fuerza e intensidad y que la puñalada fue necesariamente mortal. “Fue una herida de entrada y salida limpia”, argumentó para explicar al jurado qué significa el término ‘engaño’, que es aquel en el que la víctima no espera ser atacada y hay intención de matar.
«La muerte se produjo en la cama y no podía levantarse a mirar su celular porque su corazón se partió en cuatro partes. Diolimar sólo pudo pedir ayuda. Al momento de su detención, el acusado no presentaba ninguna herida y se negó a ser examinado por los forenses”, afirmó.
Finalmente, recordó que el imputado incluso le dijo al médico que lo atendió en La Milagrosa que necesitaba algo para dormir y al preguntarle qué había pasado, indicó que estaban: “Cosas que pasan”.
Asimismo, aseguró que No existe evidencia médica que acredite que el presunto asesino cometió los hechos bajo los efectos de drogas., y agregó que, desde que ingresó a prisión, no se había sometido a ningún tipo de tratamiento para evitar la abstinencia. “Esto no puede ser un atenuante porque en el momento de los hechos no presentaba signos de haber consumido alcohol o drogas”, subrayó, y pidió al jurado que decida sobre la suerte del imputado con “sentido común” porque no enfrentando “un asesinato”.
Por su parte, la abogada de la Junta que representa los intereses de la hija de la víctima, también señaló que Los testigos afirmaron que no hubo discusión previa y se sumó a los pedidos de sanción de la Fiscalía.
Homicidio
Por su parte, la defensa afirmó que No había pruebas ni se había demostrado que su acusado hubiera cometido asesinato., y aseguró que el tío de la víctima, quien se encontraba en el domicilio donde ocurrieron los hechos, decía la verdad porque hubo una fuerte discusión entre ambos. «Cuando ocurrieron los hechos la habitación estaba a oscuras. “¿Qué sentido tiene que alguien pretenda matar y lo haga sin luz y dejando a la vista el arma homicida”, se preguntó.
Asimismo, señaló que El cuchillo no fue analizado y lamentó que no le hubieran permitido mostrar las fotografías en el que se vio al imputado con las lesiones que supuestamente le causó la víctima.
“No tenía ningún plan de fuga porque cuando lo detuvieron se dirigía a la comisaría”Destacó insistir en la necesidad de que el jurado “observe” el Código Penal para verificar que su defendido cometió un homicidio porque “no tenía intención de matar”.
Asimismo, destacó que si confirma que su cliente cometió un asesinato Saldrá de prisión cuando cumpla 60 añosy agregó que la sentencia no se corresponde con el delito que cometió.
Mañana miércoles tendrá lugar el último juicio. El juez de la Corte entregará el tema del veredicto al jurado popular, integrado por cuatro mujeres y cinco hombres.