Los retrasos de diez o veinte minutos a los que ya están acostumbrados los usuarios de los trenes gallegos palidecen en comparación con la seguidilla de retrasos que están teniendo que soportar estos días. Desde el domingo, una escalada de averías y fallos técnicos ya ha dejado a miles de viajeros sin poder llegar a su lugar de trabajo o a su escuela a la hora prevista. Y tanto las plataformas afectadas como los sindicatos tienen clara la raíz del problema: una falta de material y personal lo que elimina todo margen de maniobra.
Esta semana, el lunes se vio afectado el convoy que salía de La Coruña a las 5.35 de la mañana dirección Vigo. A pesar de viajar habitualmente con dos comisiones, una incidencia técnica ha provocado que sólo viaje con una de ellas, por lo que CCientos de viajeros no han podido ocupar su espacio previsto y se han quedado en el suelo. Una hora más tarde, Renfe puso en marcha autobuses desde Vilagarcía (Pontevedra) para llevar a esos pasajeros a sus estaciones de destino, pero no fue el último inconveniente: el tren que salió de Vigo a las 6:40 ha sufrido otro problema técnico debido al que ha tardado más más de una hora y, durante el día, Los retrasos en cascada han seguido acumulándose.
El martes, los incidentes se repitieron a primera hora de la mañana y provocaron retrasos, de nuevo, de aproximadamente una hora en varios trenes. Según fuentes de Renfe, el coche que salió de La Coruña con destino a Orense pasadas las 5:00 de la mañana tuvo una avería por la que Salió una hora más tarde, provocando un efecto dominó. lo que ha afectado al trayecto de vuelta, realizado por el mismo convoy, que lo ha retrasado unos 50 minutos. Además, ese tren realizó el viaje entre la ciudad herculiniana y la de Olivan a las 8:00 horas, por lo que el desfase se ha vuelto a acumular y ha provocado un retraso de otros 50 minutos a una nueva tanda de viajeros. A ello se suma el anuncio por parte de Adif, también por la mañana, de la suspensión de la línea León-La Coruña debido a un deslizamiento de tierra durante la madrugada.
“Daño” para los viajeros
Tras varios días de retrasos, la resignación de los usuarios del tren es evidente. Las plataformas afectadas Media Distancia y Perder O Tren denuncian el “daño” y la “impotencia” que sufren por los retrasos, que “están perjudicando cada día a miles de personas”. «Esta situación es insostenible para los usuarios, tanto recurrentes como puntuales, que muestran malestar psicológico y enfrentan consecuencias negativas en sus lugares de trabajo y estudios”, censuran, “al mismo tiempo que no cuentan con una alternativa de transporte competitiva en tiempo” capaz de sostener los flujos ferroviarios.
Critican que la “falta de información”, de “alternativas” y de “coordinación entre Renfe y Adif” es “la tónica predominante” y dirigen su petición a las autoridades y gestores de los ferrocarriles públicos para que “no retrasen más la toma de decisiones hasta Proporcionar soluciones inmediatas a los problemas. Falta de asientos y personal en los trenes. Recuerdan también que a principios de año se había “comunicado un plan contra retrasos”, pero No perciben que se hayan realizado “avances de ningún tipo”. “Se siguen produciendo retrasos, especialmente en el eje Atlántico, y no hay una respuesta adecuada, eficaz y rápida a las cancelaciones”, apuntan.
Falta de material y personal
Juantxo Losada, coordinador territorial en Galicia de la Confederación General del Trabajo (CGT), insiste en conversación con torrevieja news today en la necesidad de que la empresa ferroviaria se presente mejoras, tanto en material como en personal, para tener un margen de respuesta ante averías. Son reivindicaciones que los sindicatos llevan meses proclamando y que, explica Losada, de resultar efectivas, reducirían el impacto de la acumulación de fallos técnicos. «Se necesita más material ferroviario. “No podemos disponer de los vehículos justos para dar el servicio”, afirma, y sin capacidad de actuación ante imprevistos. Esta exigencia se suma a la demanda de refuerzo en la plantilla, “tanto en el área de conducción como de mantenimiento”.
Y lo vincula a otro problema -este, “estructural”- del sistema: la ausencia de un reajuste para contrarrestar el impacto de las suscripciones gratuitas, que multiplicó el volumen de usuarios que viajan y, con ello, el tiempo que tarda bajar del tren y subir a él: “En las grandes estaciones nos concedían uno o dos minutos de tiempo de parada, pero ahora tardamos cinco”, afirma. Varias rutas que ya soportaban mucho tráfico se reforzaron con más plazas, pero Losada destaca otros cambios que ve más efectivos.
Propone, por ejemplo, habilitar un segundo tren, separados por unos quince minutos, para recorrer rutas como Vigo-La Coruña a primera hora de la mañana -sobre las 6.40, hora punta para el transporte de cientos de viajeros-; muchos de ellos, trabajadores de ciudades a lo largo de la ruta, como Santiago, en lugar de una con doble composición; aun asi con el mismo número de asientos se reducirían los descansos al servicio. Pero “no se hace”, reitera, porque “no hay suficientes conductores”.