Dos atracadores dejan inconsciente a un joven tras negarse a que le robaran el patinete en Ciempozuelos


Las manecillas del reloj marcan las 22.00 horas cuando JB se despide de su madre y baja a la calle con su patinete eléctrico. Pasó la tarde entrenando voleibol en el cercano pueblo de Pinto y ahora, de vuelta en Ciempozuelos, circula para encontrarse con su grupo de amigos. Pero no por mucho. A unos 400 metros de su casa, un individuo con un “pincho” en la mano se acerca a ella por sorpresa y pronto le exige que le entregue el patín. El joven reacciona casi por impulso y patea a su agresor; Gana tiempo suficiente para escapar a bordo de su vehículo.

Con los nervios de punta, JB se reúne con sus compañeros cerca del instituto, les cuenta lo sucedido y juntos deciden volver juntos a casa. “Volvieron aquí para dejar la patineta y evitar que volvieran a intentar robarla”, resume su madre a torrevieja news today. Pero la casualidad quiso esta vez que su hijo de 18 años tropezara dos veces con la misma piedra. “Como iba más rápido que ellos, se adelantó y les dijo que lo esperaran en la puerta de la casa”, añade, sin saber el joven en ese momento que el tipo de la púa todavía estaría en el mismo lugar. área.

“El del cuchillo se pone delante de él y con la mano dentro de la chaqueta vuelve a pedirle el patinete”, prosigue su madre; una amenaza que JB no volverá a aceptar. Los gritos continúan y dos vecinos se asoman para ver qué sucede. Y lo que ocurre es que la víctima se defiende de su agresor con el scooter a modo de escudo, sin darse cuenta de que un segundo compinche se le acerca por detrás. Éste le da una patada en la cabeza y el joven cae al suelo. Es el momento más crítico: los dos vecinos, testigos de la escena, bajan a socorrer al joven, que a consecuencia del golpe ha quedado inconsciente en el suelo.

Casi al unísono, los amigos de JB llegan desde el otro lado de la calle, lo que provocó que los ladrones huyeran sin llevarse el patinete: “A las 11 y pico y me cuentan lo que pasó, mi niño recuperó el conocimiento”. Unos minutos después y nos fuimos. hasta el punto de hablar con los vecinos y la Policía Local. Desde allí, madre e hijo se dirigen al centro de salud de Ciempozuelos para ser atendidos del fuerte golpe en la mandíbula; y con el parte de lesiones en la mano, se dirigen al Cuartel de la Guardia Civil para alertarles de lo sucedido.

En la denuncia identifica a un hombre de unos 25 años, 1,80 metros de altura, pantalón oscuro y campera marrón (el que lo pateó); y un segundo joven de aproximadamente 1.78 metros, pantalón naranja oscuro y chaleco acolchado rojo y blanco. Ambos de origen norteafricano. Los hechos, ocurridos el pasado 30 de octubre, continúan siendo investigados sin que por ahora se conozcan detenciones. Aunque nadie en el pueblo parece conocer a los delincuentes, lo cierto es que la familia sospecha que podrían ser asiduos del enclave donde ocurrió todo.

“Se escaparon por un punto que hay que saber de antemano”, afirma la madre, consciente del peligro que corren los adolescentes cuando caminan solos por la calle de noche. «Mi hijo no tiene miedo, pero está muy indefenso. Si esto sirve para alertar a otros niños para que no les pase lo mismo, bienvenido sea”, afirma, con la necesaria idea de aumentar la vigilancia.

En enero de este año, la alcaldesa de Ciempozuelos, Raquel Jimeno, anunció la instalación de cámaras de videovigilancia en 34 puntos estratégicos del municipio; un refuerzo que en este caso resulta trivial ya que ninguno de ellos apunta directamente al lugar del robo ni a la calle por donde escaparon los autores.

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