Los inicios
Un entrenador que empezó su carrera de la mano del técnico Julio Iglesias: “Tenía claro que quería ser entrenador. Me había dicho que lo iba a dejar y el último año jugó y fue el segundo. La temporada siguiente me hice cargo del equipo”. Y como si fuera premonitorio ganó la copa provincial. Procedente de Taboadela llegó al Ourense CF, en Primera Regional, logrando el ascenso y manteniendo la categoría la temporada siguiente. Eran tiempos diferentes para los de Oira. Domínguez dejó el equipo durante tres años, donde fue analista en el Hospitalet, una temporada en los cadetes del Deportivo y un año en paro, y siempre recuerda lo mucho que le enseñó. Regresó al equipo que preside Camilo Díaz ya en Tercera División, el primer año lo salvó y el segundo lo ascendió. Última temporada mantuvo la categoría en un play off agónico Eso me quitó muchas horas de sueño y ahora llegó la recompensa a muchas horas de trabajo. Un liderazgo histórico.
Rubén Domínguez, al contrario de lo que pueda parecer, no tiene metas en el futuro. Le gusta mirar el corto plazo y nada más, porque piensa que lo que tenga que venir, llegará. Aunque sí tiene un sueño que confiesa. “Desde pequeño iba con mi abuelo al campo de O Couto a ver al CD Ourense y siempre soñé con poder ver al equipo de mi ciudad en Primera División y sigo pensando que es posible. Aunque seguro que no seré el entrenador y quizá ni siquiera esté en la ciudad”.
200 partidos
Así también piensa al analizar haber disputado 200 partidos en el equipo al que dice que le debe mucho. “Nunca pienso a largo plazo y está claro que me gustaría llegar a 300 o 400, pero siempre digo que tenemos la suerte de poder levantarnos para ir a entrenar o ver partidos y que te paguen por tu afición. Yo, que trabajé, sé bien de qué hablo en otras cosas”.
Rubén Domínguez reconoce que desde que empezó hasta hoy ha cambiado: “Especialmente la forma de afrontarlo. Al principio le diste importancia a cosas que no importan y también aprendí lo importante que es rodearte de gente cualificada, porque te harán mucho mejor. Y también, que en el fútbol ni cuando ganas eres Guardiola ni cuando pierdes eres muy malo”. Reconoce qué cambiaría de su forma de ser: “Bueno, soy bastante impulsivo, aunque parezco tranquilo, y siempre digo lo que pienso. Quizás tendría que ser menos transparente y ocultar un poco más las cartas, pero bueno”.
Eso sí, es inevitable hablar de la actual campaña, en la que la idea inicial era dar un paso más para no sufrir como el último. El técnico ourensano reconoce que, “de momento Está saliendo redondo, pero falta un mundo.. Lo único que quiero es poder disfrutarlo mucho con toda la gente del club, que invierte muchas horas y mucho trabajo para que esto funcione. Después se verá lo que tiene que venir”. Y sin más se fue a ver vídeos de Guijuelo, próximo rival del domingo.