Y aún peor. Han huido dejando los grifos abiertos, en un continuo desperdicio, por lo que el aceite que dejaron en el interior de la almazara tampoco se pudo aprovechar. Han dejado el suelo cubierto de verde-amarillo, petróleo derramado en el suelo y que ya no se puede poner a la venta para el consumo. Han destruido todo lo que había dentro. Han destrozado máquinas envasadoras, roto muebles. Se han llevado pegatinas, etiquetas, botellas. El oro líquido del molino de Teba.
En total han sido 9 palets. 1.134 garrafas. 6.000 litros. Su jugo de aceituna de la tierra que tanto trabajo les ha costado salir adelante, y que ya no está. Antonio, trabajador del primer turno, lo descubrió a las 7 de la mañana del 17 de agosto. Derramó aceite por el suelo, grifos abiertos, rincones vacíos. Sistemas de seguridad y cámaras desactivadas. Blanco y embotellado, leche. Sin aceite y sin botellas, robo.
La Guardia Civil busca a los ladrones
Ahora la Guardia Civil investiga para dar con ellos, todavía no hay detenciones. Saben que entraron por una ventana que fue destrozada con un gato. En el ingenio creen que están bien organizados y que No es la primera vez que cometen este tipo de delitos.
Confían en poder recuperar al menos parte de su producción. Definen su aceite como el “fruto que nace del esfuerzo de todo un año de cuidado de nuestros olivos”.
En la web de este molino recomiendan recetas, hablan de los beneficios del aceite. Hoy confían en que otros no se beneficiarán de su petróleo y de su trabajo.