Como una luz que ilumina un escenario en el que aún hay sombras. Así se ven los nacimientos que quedan hasta 2022, que, según las cifras oficiales publicadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), sitúan Castilla y León como única comunidad -junto con la ciudad autónoma de Ceuta- en la que se registra un aumento en el número de nacimientos. Los 13.135 contabilizados por el estudio suponen un ligero incremento, del 0,31 por ciento respecto al año anterior, en un panorama del conjunto nacional en descenso, donde las cifras cayeron un 2,41 por ciento de media, con un casi desplome hasta el siete en Navarra.
A pesar del aumento específico, los nacimientos continúan a continuación de los que se quedaron en otros años anteriores en una comunidad donde el indicador de fecundidad, es decir, el número de hijos por mujer, está entre los más bajos, un 1,10. La tasa bruta de natalidad (nacidos por cada mil habitantes) aumentó ligeramente, hasta 5,52 -de 4,25 en Zamora a más de 6 en Segovia, Soria y Valladolid-, gracias principalmente a las madres de nacionalidad extranjera. Si en los nacionales volvió a hundirse, hasta el 4,91, en los procedentes de otros países se estiró hasta el 14,77 en un contexto en el que los extranjeros son los que impulsan el incremento del padrón en Castilla y León en los últimos trimestres.
Ese halo de luz se ve ensombrecido nuevamente por defunciones: 31.017, con una variación interanual del 5,9 por cientocasi el doble de la media nacional, y una cifra sólo superada en estadísticas recientes por el Covid 2020 (36.197). En una Comunidad donde el porcentaje de población de 80 y más años supera el ocho por ciento en todas las provincias Exceptuando Valladolid, la tasa bruta de mortalidad por cada mil habitantes es la segunda más alta del país: un 13 por ciento, sólo por detrás del 13,9 de Asturias y por encima del 9,7 de la media estatal.
Así, al sopesar los nacimientos y las muertes, el ‘platillo’ continúa inclinándose hacia el lado negro y deja el crecimiento vegetativo nuevamente en negativo: -17.882, superior incluso al de hace un año. Fue el segundo peor, tras Galicia (-20.501).
Hacia abajo
Y los datos en lo que va de 2023 no apuntan al optimismo en este sentido, ya que Castilla y León registra un descenso del 4,38 por ciento en las cifras estimadas de natalidad Publicado también ayer por el INE correspondiente a septiembre, con un total acumulado en los nueve primeros meses de 9.384.