Ante este panorama, dibujado por las grandes marcas, El comercio local no ha tenido más remedio que ceder una vez más. “Aunque no quiera, este año he tenido que poner los descuentos el martes, porque si no no entran clientes. Desde que pongo el cartel este martes es otro mundo, mucha más gente tiene pasa”, dice Sandra Merens, de la zapatería Pasiños.
En esta línea, los pequeños empresarios hablan de cambio en el patrón de consumo de los clientes. “Este mes ya se notó que la gente estaba esperando el Black Friday, dejaron de consumir estas semanas hasta que aparecieron las ofertas de las grandes marcas”, explica Luz Soto, de Mundo Zapas. “Está siendo un mes particularmente catastrófico”, afirma Merens. “Ahora ha sido una semana muy lenta, habrá que ver si la gente se anima”, afirma Rosa María Costa, de la tienda de ropa Azahara. “Nadie”Sentencia Rivera.
Descuentos inasequibles
Las multinacionales dan muestras de descuentos cada vez mayores (hasta el 80% por producto), lo que acostumbra a los clientes a precios muy bajos. “No podemos hacer ese descuento en nuestros productos.. Los grandes pueden inflar los precios y luego bajarlos mucho el Black Friday, pero nosotros no hacemos eso, tenemos precios asequibles todo el año”, subraya Soto. Luis Rivera y Sandra Merens coinciden en la dificultad de que las pequeñas empresas lancen grandes ofertas, ya que los márgenes de beneficio están ya “muy ajustados”. “Las grandes marcas ofrecen descuentos de hasta el 80%, pero para nosotros eso es inasumible, impensable”, afirma Rivera. “Con estos precios están cargando a las empresas locales porque tienes que seguir pagando tus facturas, sin importar lo que ganes”, afirma Merens. De hecho, A nivel local los descuentos en productos no suelen superar el 30%.
Olga Kozenkova, de la tienda Matryoshka del casco antiguo, explica que mucha gente ni siquiera viene a su tienda los viernes. “Todo el mundo va a la zona centro de las grandes marcas porque son las que tienen más ofertas, el resto de la ciudad se vacía. La verdad, Para nosotros el Negro no es una ganga“, reconocer.
La campaña de invierno
El Extensión del viernes negro a casi todo el mes de noviembre, sumado a la ampliación de los plazos de devolución de productos, provoca que las compras navideñas en diciembre e incluso las rebajas de enero se reduzcan significativamente. “Lo que están consiguiendo es que la campaña de invierno sea un fracaso total. Antes, las zapaterías empezaban a vender a mediados de enero, pero ahora hay algunos clientes que ya preguntan cuándo iniciamos las ventas”, afirma Merens. “Aquí ya vemos mucha gente que compra regalos para las fiestas en Negro, sobre todo zapatillas de casa”, afirma Luz Soto.
Merens pone sobre la mesa el Necesidad de regularizar las campañas de descuentos., una demanda recurrente del comercio local. “No podemos competir con los más grandes, que pueden reducir las ventas en cualquier momento”, afirma.