Mey Hofmann, la gran dama de la cocina


Cuarenta años después de la fundación de su Escuela de Hostelería y siete años después de su muerte, la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición rinde homenaje a Mey Hoffmann. «Fue una visionaria, una pionera y una empresaria de primer orden. Llena de ilusión, determinación y humanidad, ha dejado a los barceloneses un legado formidable”, afirmó la académica. Ferran Rodés en su glosa de presentación.

Nacida en Barcelona en 1946, hija de un ingeniero alemán y una concertista de piano catalana, Hofmann estudió en el Liceo Francés y Estudió hostelería en París, aunque fue durante sus veranos en Alemania cuando descubrió su pasión por la cocina, que enriqueció con una formación multidisciplinar: arquitectura de interiores, economía, gemología y diseño de joyas. A los genios de la cocina les gusta Juan María Arzak cualquiera Alain Ducasse Reafirmaron una vocación pedagógica que desarrollará desde 1983 en la Escuela de Hostelería, pionera en la difusión de la cultura gastronómica y su aplicación práctica en un restaurante adscrito. Defensora de la cocina saludable y del arte del dulce, Ella Hoffmann transmitió esa filosofía a su hija Silvia Hofmann Parés.

Entre los veinte mil alumnos que pasaron por la escuela Hoffman encontramos cocineros del prestigio del Hermanos Sergio y Javier Torres, Sergi Arola, Jordi Esteve, Arnau Bosch, Josep Maria Rodríguez o Aitor Zabala. Como señaló Carles Vilarrubí, presidente de la Academia Catalana de Gastronomía, “Hoffman’s es la única escuela de gastronomía del mundo con una Estrella Michelin por su formación de calidad y experiencia gastronómica con estilos y propuestas culinarias diversas”.

La escuela y el restaurante se amplían a la Pastelería Hofmann, el Espacio de Degustación Hofmann, el Racó Hofmann, la Tasca Hofmann y el Hofmann Bistrot. Teoría y práctica que Mey Hofmann difundió en libros como ‘Fuego y pasión en la cocina’, ‘Ayúdame a tener invitados’, ‘Lo guisaré, me lo comeré’ o ‘¿Comer basura? No, gracias’.

Inspirado en los productos mediterráneos, su recetario protagonizó la cena homenaje que Ramón Agenjo Bosch describió con erudición gastronómica en su faceta de brigadier: pastel de sardinas con salsa catalana, tomates semisecos y escabeche de limón: «Atrévete a servir sardinas en un restaurante de altura El nivel era un riesgo hace años. “No tiene nada que ver con la realidad actual”, subrayó. O cordero estofado con hierbas aromáticas, boniato y champiñones con salsa de mostaza, un ingrediente ligado a las raíces alemanas de Hofmann. Él dulce capitulo Siempre fue una base de sus menús: limón, romero y aceite de oliva, otro guiño a la pasión mediterránea de esta gran dama de la gastronomía.

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