Hay 9.863 mujeres que actualmente cuentan con alguna medida de protección judicial, o de la Fiscalía, por violencia de género en Cataluña. Entre ellos no estaban los doce asesinados por sus parejas o exparejas entre enero y octubre de este año. Ninguno de ellos había denunciado a su atacante, ni tampoco quienes la rodeaban. Sólo una de sus víctimas, Sandra, que no figura en sus estadísticas por ser una mujer ‘trans’ que no había formalizado legalmente su transición, acudió a la Policía para denunciar que había sido maltratada. Ni sus agentes ni su tribunal consideraron necesario protegerla de ello. Hubo denuncias cruzadas con su pareja, José María, con problemas de salud mental, y los vecinos estaban al tanto de los malos tratos.
La mató en el piso donde vivían, en el barrio de Sant Marí de Barcelona, el pasado mes de febrero. Todos feminicidios de 2023 en el territorio, excepto uno, fueron perpetrados en el domicilio de la víctima. La excepción fueron unos turistas irlandeses que se encontraban de vacaciones en Salou. La mató en una habitación de hotel. Sólo en uno de los casos, agresor y víctima ya no vivían juntos y no eran pareja. Cuatro de los asesinados tenían hijos, por lo que ocho menores han quedado huérfanos. «En la mayoría de los casos se había producido Conductas extremas de control y acoso previas al delito.», señaló este jueves la portavoz de la Policía Catalana, Montserrat Escudé. Todos sus asesinos, sin antecedentes de violencia de género, con edades comprendidas entre 28 y 77 años, fueron detenidos pocas horas después. Y a diferencia de otro tipo de delitos, donde quienes los cometen suelen huir, quienes matan a sus parejas “o se entregan o se suicidan”, afirmó el inspector.
Hoy en día hay un centenar de mujeres que corren “alto riesgo” de sufrir una agresión por parte de sus parejas o exparejas y tienen protección policial en Cataluña. El resto, con otras medidas, como órdenes de alejamiento o prohibición de comunicación con sus agresores. Y entre enero y octubre de 2023, fueron 13.278 -el 4,4 por ciento, menores de edad- los que denunciaron a la Mossos d’Esquadra ser víctimas de violencia machista. Una cifra que supone un incremento del diez por ciento respecto al mismo periodo del año anterior.
Del total de denuncias presentadas, casi cuatro de cada diez son por malos tratamientosotro 30 por ciento son para amenazasun 14 por ciento ruptura de sentencia y, el porcentaje restante, por violencia física o psicológica habitual. Y, como ha advertido Escudé, se ha producido un aumento importante de aquellos agresores que Incumplen órdenes de alejamiento o comunicación con sus víctimas. Llamadas perdidas o presentarse en tu apartamento para tocar el timbre repetidamente. «No hay ninguna amenaza asociada, ni una agresión, es una conductas para coaccionarlos, como la violencia psicológica. Las mujeres reportan mayor ansiedad e inseguridad. En algunos casos, miedo a salir a la calle, o a circular libremente, simplemente para ir a trabajar”, ha apuntado el inspector, detallando que las situaciones de acoso se han disparado hasta el 62 por ciento, respecto al mismo periodo del año anterior.
También han aumentado las denuncias de agresiones sexuales en el ámbito de la violencia de género, pasando de 475 en 2022 a 654 entre el 1 de enero y el 31 de octubre. La edad media de quienes acuden a la Policía a pedir ayuda es de 36 años, pero, como Como corrobora el Cuerpo, los malos tratos se producen “en todas las edades y clases sociales». Los detenidos durante estos diez primeros meses del año fueron más de 12.000, un 8 por ciento más que el año pasado. De ellos, 131 eran menores de edad, y tenían entre 14 y 17 años.
Medidas como la pulsera de control telematico Se han demostrado eficaces para evitar amenazas o lesiones, señalan los Mossos. Y ninguno de los 80 agresores que las portan ha vuelto a ser denunciado por dichos delitos. El Cuerpo señala que algunas víctimas rechazan esta medida porque también deben llevar el mismo dispositivo, lo que puede suponer un aumento de la ansiedad durante el proceso de recuperación. La Policía Catalana recuerda que, según algunos estudios, las víctimas tardan una media de ocho años en pedir ayuda, y eso si es que lo hacen. Por eso destacan la importancia de que el medio ambiente también se involucre a la hora de informar. “La denuncia es un factor de protección”, subrayó Escudé.
Cualquiera que quiera comunicarse con el Unidad Central de Atención y Seguimiento a Víctimas Puedes hacerlo a través de WhatsApp, con el número 601 001 122. En ningún caso sustituye al teléfono de urgencias 112 para situaciones graves, sino que es un canal que permite tanto a las víctimas como a sus seres queridos o testigos de violencia conocer la situación. herramientas a su disposición, los derechos que les asisten y como paso previo, si fuera necesario, a la presentación de una denuncia.