Destacan “la responsabilidad de dejar fuera a la derecha” y “frenar la salvaje ola reaccionaria”
Como un matrimonio roto que decide no separarse por el bien de los hijos, Sumar y Podemos seguirán compartiendo grupo parlamentario durante esta legislatura. Por ahora. ni el equipo Yolanda Díaz contempla expulsar de sus filas a los cinco diputados de la formación morada -pese a las duras críticas que están ventilando en público contra el espacio con el que se presentaron en coalición a las elecciones generales del 23-J-, ni el partido que lidera Ione Belarra Tiene intención de marcharse tras quedarse sin ningún puesto de responsabilidad.
En este caso, la excusa utilizada para evitar el divorcio no es precisamente una cuestión familiar, sino un objetivo político común. Desde el entorno del vicepresidente segundo del Gobierno sostienen que la suma de fuerzas multinacionales que participaron en un mismo balotaje en las urnas comparten la responsabilidad de dejar fuera a la derecha. Con diferentes palabras pero la misma esencia, los sucesores de Pablo Iglesias Explican, a su vez, que en el bloque democrático se necesita a todos para detener la salvaje ola reaccionaria.
Pese a la coincidencia en situar a PP y Vox en el bando enemigo, Podemos insiste en que son el único motor de las transformaciones profundas y los cambios reales que necesita el país y que, tras quedarse fuera de La Moncloa, actuarán con autonomía. dentro del grupo parlamentario, una estrategia respaldada por la mayoría de sus bases. Esto, precisan, no significa que siempre se distanciarán de los otros 26 diputados que ocupan los 31 escaños obtenidos por Sumar, pero tampoco que actúen de forma compacta.
Nuestra voz es más importante que nuestros votos, destacan en el partido púrpura, cuyo objetivo prioritario es recuperar un protagonismo de la izquierda que quedó minorizado por el acuerdo de coalición primero y por el reparto de portavoces en el Congreso y ministerios después, en los que nada han tenido que ver. Las mismas fuentes revelan que no todos los integrantes de este heterogéneo espacio están en sintonía con la línea que está imprimiendo Díaz, por lo que esperan poder convencerlos.
La primera prueba de fuego para la unidad de Sumar será previsiblemente la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, cuya tramitación fue activada el miércoles por el Gobierno de coalición durante la celebración de su primera reunión. En Podemos aseguran que aún no han decidido si apoyarán o no estas cuentas, pero avanzan que tanto en este tema como en el resto de asuntos parlamentarios requerirán el diálogo directo con el PSOE. Y advierten: si el partido de pedro sánchez subestima la importancia de sus cinco representantes, lo entenderá cuando pierda la primera votación.
Mientras que la morados Cincelan su propio perfil político, en el entorno de la vicepresidenta ultiman el reglamento que regirá el funcionamiento de su recién creado grupo parlamentario durante esta legislatura. Como ocurre en el resto de partidos, los suyos también recogerán sanciones a los diputados que incumplan la disciplina de voto, cuyo importe aún no ha sido precisado.
Sin embargo, Sumar sostiene que no quieren entrar en ese marco y que van a intentar calmar la situación instando a sus socios de candidatura a actuar con responsabilidad. En este sentido, señalan que no tienen constancia de que estén en desacuerdo con alguna de las medidas incluidas en el programa de Gobierno que han firmado con el PSOE y que a los ciudadanos les importa poco el ruido, lo que quieren es que se apliquen. políticas que mejoren sus vidas.
Aspiramos a recuperar la fuerza política que tuvo Podemos y que sirvió para transformar con valentía nuestro país, reiteró ayer Belarra en una rueda de prensa, en la que insistió en marcar diferencias con Díaz. Creo que es una evidencia y ha quedado completamente claro, incluso nuestros adversarios lo reconocen, que cuando gobierna Podemos las cosas cambian, añadió su secretario general, además diputado en el Congreso.
“Un grupo unido”
El portavoz de Sumar en la Cámara Baja, Marta Luisasubrayó, a su vez, que el grupo debe funcionar de forma cohesiva y que tanto las negociaciones como los debates y la adopción de acuerdos deben llevarse a cabo dentro del ámbito de la discreción: Seguimos apoyando un grupo unido que tome decisiones, que podemos tener pequeñas o grandes diferencias internas a la vez y que siempre las solucionemos internamente.
El último ejemplo de todo lo contrario a lavar trapos sucios en casa se produjo con la filtración de la oferta que Díaz hizo el pasado viernes por Nacho Álvarezhasta entonces miembro de la dirección vivienda, asumió una de las carteras de Gobierno en representación de la formación en la que militaba. Belarra rechazó enfadada la propuesta con el conocido argumento de que los ministros de Podemos los elige Podemos y reiterando su postura inamovible de que Irene Montero siga al frente de Igualdad. En Sumar lamentan haber sido los únicos en el espacio con los que no han podido hablar del reparto de cuotas de poder sin unilateralidades.