Puig desoye las crticas internas y mantiene todos sus cargos pese al varapalo de Snchez


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Crecen las voces que afirman que está “desautorizado”, pero el expresidente se aleja del debate sucesorio: “No está en el radar”

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El líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, en un acto del partido.DAVID GONZÁLEZPRENSA ARABA

El ruido interno es tal que lo que iba a ser una convocatoria de prensa sin mayor trascendencia acabó despertando una expectación inusitada. Había quien esperaba que el líder de los socialistas valencianos, Ximo Puig, diera un paso atrás y anunciara que dimitía de uno de sus cargos (secretario general del PSPV-PSOE, senador territorial, presidente del grupo parlamentario en las Cortes y diputado autonómico). Máxime ahora que ha quedado “desautorizado”, según fuentes socialistas, al no ser nombrado ministro por Pedro Sánchez.

El expresidente de la Generalitat reivindicó este jueves su papel en el ejercicio del “liderazgo político de la alternativa”. “Es a lo que me dedico fundamentalmente y a lo que me dedicaré en los próximos meses”, afirmó. De hecho, convocó a la prensa para delimitar el muro que debe separar a los socialistas de la derecha. Si el jefe del Consell ofreció este miércoles un pacto a todos los partidos para la reivindicación conjunta de la agenda valenciana, la respuesta de Puig no se hizo esperar: “Si mantiene la cobertura de la extrema derecha, será difícil entendernos”.

Puig guarda silencio sobre qué futuro quiere jugarse en el PSOE valenciano, sin descartar siquiera la opción de presentarse a la reelección como secretario general. Es un escenario que nadie concibe, pero del que Puig tampoco se desvía claramente. El debate sobre la renovación de la dirección “no está en el radar”, en palabras del líder socialista.

En paralelo, crece el malestar en las filas socialistas porque el expresidente se niega a acudir a las sesiones de control y plenos de las Cortes. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, no ha dejado de utilizar su escaño vacío como argumento para atacar a los socialistas en sus intervenciones desde la tribuna. Y Puig ya adelanta que la próxima semana tampoco acudirá, ya que tiene sesión en el Senado.

Lo cierto es que el adelanto de las elecciones generales había permitido al PSOE valenciano aplazar el debate sucesorio tras la derrota del 28-M. Es más, al confirmarse los resultados del 23-J, las opciones de Pedro Sánchez de permanecer en Moncloa, desde el entorno del expresidente valenciano había incluso confianza en que esa carambola le permitiría ser ministro. Además, optar nuevamente por Secretario general de la federación valenciana en 2024. Ha sido el propio Sánchez, sin embargo, el encargado de hacer estallar la burbuja de las quinielas que situaban a Puig como ministra, dejándole por tanto fuera de juego para pilotar la renovación del liderazgo en el socialismo valenciano.

Por eso las voces socialistas llevan tiempo intentando rebajar las expectativas creadas sobre la posibilidad de que Sánchez pudiera elevar a Puig a un Ministerio. Precisamente para evitar lo que finalmente ocurrió: que la no entrada de Puig en el Gobierno de España lo dejaría en una posición de debilidad para afrontar el futuro del partido.

De hecho, fuentes socialistas hablan del “desautoramiento” de Sánchez a Puig al no dar salida en el Gobierno al que fuera uno de sus barones más fieles. “Es difícil ahora que Puig pueda dirigir a distancia su sucesión”, dicen en el PSPV-PSOE. De cumplirse el guion previsto, el congreso autonómico no se celebrará hasta dentro de un año, ya que lo lógico sería esperar primero a que pasen las elecciones europeas para convocar las federales. Después de este, estará el autónomo, para el que todas las opciones quedan abiertas.

De hecho, el entorno del propio Puig cree que el expresidente sigue gozando de un cargo en la federación valenciana, por lo que se tendrá en cuenta su criterio. Incluso se considera que a la federación valenciana no le va mal en el nuevo Gobierno, con Diana Morant manteniendo la cartera de Ciencia y sumando en ella Universidades. Los más críticos, por el contrario, ven este Ministerio como “un departamento de segunda”, por lo que hay quien lee que Sánchez “no está condicionando el futuro congreso valenciano”.

Morant es considerada una líder política “neutral” en sentido orgánico, si bien es cierto que en su día fue la apuesta del propio Puig. Aún así, se entiende que Sánchez no la designa necesariamente como sucesora de Puig -ya que no goza de mucho poder orgánico- ni su nombramiento cierra el camino en la práctica a otro de los candidatos como es la alcaldesa de Mislata, Carlos Fernández Bielsa. Lo que no se niega es que Morant ha ganado puntos y sigue reforzando su posición de cara a la guerra de sucesión.

Su nombre se ha barajado como posible relevo junto a otros como el de la actual delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabéo el portavoz socialista en las Cortes valencianas, Rebeca Torr. Todos ellos, con enfoque y voz.

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