La guerra en Ucrania ha cambiado el mundo. Cuando Rusia cerró el grifo del gas, Europa comprendió rápidamente su “dependencia” y lo que eso significaba. De ahí que los políticos hablen ahora de “ser independientes” y de “un sistema energético múltiple”. Mercedes Gómez, Ministra de Desarrollo Sostenible, lo dijo esta semana en el foro ‘El potencial del gas renovable para Castilla-La Mancha’, organizado por torrevieja news today y Nedgia, la distribuidora de gas del Grupo Naturgy, en San Pedro Mártir, uno de los enclaves de la Universidad regional de Toledo.
Además de Gómez, el foro contó con la participación de destacados profesionales del sector: Raquel Vallejo, directora de Operaciones de Nedgia en el área Centro-Sur; José María Fernández, gerente de Proma Ingenieros; y Luis Puchades, director de Biovic y vicepresidente de la Asociación Española de Biogás (Aebig). El debate, que duró aproximadamente una hora, estuvo moderado por Antonio González, delegado de torrevieja news today en Castilla-La Mancha.
El Ministerio para la Transición Ecológica define el biometano o gas renovable como un combustible, obtenido a partir de residuos orgánicos de industrias como la alimentaria, la agrícola o la ganadera. Entre sus principales características cita una composición química y potencia energética muy similar a la del gas natural; que es cien por cien renovable; que contribuya al desarrollo de la economía circular; o que favorezca la transición energética y, en el proceso, contribuya a un sistema energético descarbonizado.
Castilla-La Mancha, por su parte, es la tercera comunidad autónoma con mayor potencial de producción de gas metano (13 por ciento del total de España) y cuenta con millones de toneladas de residuos recuperables; suficiente para descarbonizar el cien por ciento del consumo de gas natural en la región.
“Es fundamental aprovechar este recurso, una herramienta más en el campo de las energías renovables y, por tanto, una oportunidad que no se debe desaprovechar”, afirmó José María Fernández, cuya empresa está especializada en proyectos de ingeniería ambiental. “Pocos ejemplos de economía circular son más claros que el biometano”, considera Luis Puchades, de Biovic, empresa pionera en biogás. Asimismo, ha recordado que la región es “una potencia agroalimentaria”, con una industria quesera, vitivinícola, oleícola y ganadera “muy importante”.
“Tengo la sensación de que el gas renovable ya ha despegado”, insistió Puchades, añadiendo que varias cosas han cambiado en los últimos años; entre ellos, el surgimiento de un mercado privado. «En Castilla-La Mancha hay necesidad de inversión. tenemos en el radar Hay más de 30 proyectos que se quieren desarrollar aquí y seis están bastante avanzados. Son proyectos que llamamos energía del kilómetro cero, que se asientan en el territorio y aportan riqueza”, explicó Raquel Vallejo, de Nedgia, distribuidora de gas natural del Grupo Naturgy.
En cuanto al tema burocrático, la región es una de las “más ágiles” y no hay inseguridad jurídica por parte de la Junta, según Puchades. Para Fernández “el marco legal ya ha mejorado”, aunque los plazos para la autorización ambiental varían y puso el ejemplo de dos proyectos en dos comunidades autónomas diferentes: en una se tardó un año en obtenerla y en la otra, cuatro.
Problemas de aceptación
Por su parte, el concejal se refirió a que en ocasiones los ayuntamientos “no tienen muy claro qué hacer” con este tipo de proyectos y admitió que hay “algún problema de aceptación social” con el gas renovable, lo que resulta curioso porque “la energía La fotovoltaica nadie lo cuestiona: “Los grupos que están en contra han trabajado sobre la desinformación”, respaldó Puchades, asegurando que “el mayor riesgo del sector es el rechazo injustificado”. «Los residuos también se politizan»concluyó Fernández.
Finalmente, el consejero reiteró que “muchas de nuestras industrias están asociadas al gas natural”, una materia prima que “está aquí, no tenemos que salir a buscarla fuera”. Y Vallejo cerró el foro afirmando que «el biometano es la energía más transformadora que tenemos. Si se desarrollara todo su potencial, Castilla-La Mancha podría ser autónoma e incluso exportar.