España, campeona mundial de hackers éticos tras vencer a Israel en la final


La expresión ‘España, campeona del mundo’ se ha pronunciado cada vez con más frecuencia en las últimas décadas al compás de las victorias de las distintas selecciones nacionales en sus respectivas disciplinas. Los deportistas nacionales hace tiempo que superaron el ‘síndrome de los cuartos de final’, esa ronda de campeonatos en la que históricamente sus selecciones de fútbol y baloncesto caían a la lona. Pero lo que es menos conocido es el destacado nivel de los españoles en un tema tan alejado del deporte –y cada vez más imprescindible con la evolución tecnológica– como la ciberseguridad. España acaba de ganar el ‘mundial’ de hackers éticos. Y lo hizo derrotando en la final, nada más y nada menos, que a una potencia mundial como Israel.

Este campeonato mundial, conocido oficialmente como Mundial de Embajadores, ha sido organizado por la empresa Hackerone, la mayor plataforma global encargada de mediar entre grandes multinacionales de todo tipo (Google, Apple, Facebook, Microsoft, Iditex, Tesla, etc.) y Hackers trabajando para detectar grietas en sus sistemas de seguridad.. Se trata de una modalidad que se conoce en el sector como ‘Bug Bounty’. En definitiva, las grandes empresas ponen a disposición de Hackerone sus sistemas y aplicaciones para que hackers éticos o cazarrecompensas puedan buscar sus vulnerabilidades. Y luego, la plataforma, como mediadora, se encarga de verificar estos informes y garantizar que las recompensas pagadas a quienes los encuentran sean justas.

En eso básicamente consistió el Mundial de Embajadores. Comenzó en marzo con un total de 29 equipos, que en conjunto contaban con 677 hackers. Representaban a 22 países porque algunos, como Estados Unidos o India, tenían más de un conjunto. Diego Jurado y Carlos Rivero fueron los seleccionadores encargados de formar la selección española con un total de 26 hackers -ellos dos incluidos-. “Seleccionamos a la mayoría de ellos en función de la reputación que sabíamos que tenían en la plataforma –Hackerone–, aunque también llamamos a otros que no estaban pero creíamos que podían hacer un buen papel”, explica Jurado en conversación con torrevieja news today. Todos son jóvenes de entre 20 y 36 años, más o menos. Y todos, hombres. La ciberseguridad es un sector en el que todavía “no hay demasiadas mujeres”, lamenta esta entrenadora española.

El camino hacia la final

La mecánica competitiva fue la habitual en los torneos deportivos. Como en todo Mundial, primero hubo una fase de grupos, en la que España se enfrentó a Bangalore (India), una de las selecciones de Estados Unidos y también a Israel. La selección nacional quedó primera de su grupo. y luego derrotó, sucesivamente, a Rumanía (octavos de final), Egipto (cuartos de final) y Nepal (semifinal), para volver a encontrarse, pero esta vez en la final, con Israel. La selección israelí había quedado segunda de su grupo en la primera fase del torneo, por detrás de España. Cada eliminatoria se jugó durante un par de semanas.

«Al final hemos ganado más de lo que pensábamos»

Diego Jurado

Selector

Hasta la final, todo el torneo se jugó de forma virtual. “Cada uno de nosotros, desde nuestras casas, estábamos reportando los fallos de seguridad de los sistemas clientes que nos proporcionaba Hackerone”, explica Jurado a este diario. Trabajaron analizando las vulnerabilidades de los sistemas de varias multinacionales. “A veces pasas días y días hackeando y no encuentras nada, y de repente un día tienes la suerte de encontrar la clave y ganas una recompensa enorme”, explica Icko Viqueira, uno de los hackers éticos que formaron parte del grupo. Equipo español. En la penúltima ronda del concurso, por ejemplo, Viqueira, en colaboración con otros colegas, lograron detectar una brecha de seguridad crítica por la que fueron recompensados ​​con 65.000 dólares.

Otra imagen de la selección española tras derrotar a Israel en el ‘Mundial’ de Argentina

Prestado

Después de vencer a Nepal, una de las eliminatorias más complicadas, el equipo se enfrentó en la final a Israel, que, a su vez, había derrotado a Francia en la otra eliminatoria de la Final Four. En esa última ronda, España e Israel tuvieron que trabajar duro para detectar las vulnerabilidades de las aplicaciones y software de cuatro multinacionales: TitTok, Adobe, AS Watson y Mercado Libre, una plataforma de ventas similar a Amazon, de gran éxito en América Latina. En rondas anteriores habían trabajado, por ejemplo, con Tinder, la aplicación de citas más popular del mundo: “Fue bonito porque tuvimos que hackearlo, y algunos de los que llevamos años juntos nunca lo habíamos usado”, explica este hacker gallego de 36 años, que se dedica profesionalmente a la ciberseguridad desde los 21.

«A veces te pasas días y días hackeando y no encuentras nada, y de repente das a la tecla y ganas una enorme recompensa»

Icko Viqueira

Miembro de la selección española.

La final se jugó a distancia durante un par de semanas, como las eliminatorias anteriores, pero Las últimas tres jornadas del Mundial de Embajadores se jugaron de forma presencial en Buenos Aires, Argentina). En la capital de Buenos Aires se encontraron por primera vez hackers españoles e israelíes. Allí se enfrentaron los dos equipos que disputaron la final, pero también Francia, para jugarse el tercer y cuarto puesto con Nepal, aunque este último equipo no pudo viajar a Argentina por problemas de visado.

Para entonces, explica Jurado a torrevieja news today, “el pescado ya estaba vendido”. “Lo que no hubiéramos encontrado en las dos semanas anteriores no lo íbamos a encontrar en dos días en Buenos Aires”, añade el técnico a este diario. Sin embargo, aclara que en el último momento “Las cosas siempre salen bien”, en gran parte porque trabajar en equipo en persona suele dar sus frutos.

Cuando aterrizó en Buenos Aires, el primer fin de semana de noviembre, la selección española sabía que estaba por delante de Israel en número de vulnerabilidades detectadas, pero desconocía su categoría. Se estipulan cuatro niveles de criticidad, baja, media, alta y crítica, y cada uno con una calificación diferente, desde dos puntos por baja hasta doce puntos por crítica. “Pero, al final, ganamos más de lo que pensábamos”, reconoce Jurado. Y el mundial voló a España.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *