Su destino eran Canarias, donde llevaba un año “esperando instrucciones”
El 5 de agosto la Guardia Civil abordó, a 500 millas al noroeste de la isla de Gran Canaria, un velero de bandera polaca llamado Rossio, que transportaba 700 kilos de cocaína y que tenía fijado como destino Canarias, donde ya llevaba un año esperando instrucciones, según han explicado a EL MUNDO fuentes de la Guardia Civil. En esta operación, que ha sido denominada Adriatica y ha sido coordinada por EUROPOL, han sido detenidas cuatro personas: dos ciudadanos italianos -los propietarios de la embarcación-, vinculados a la organización criminal mafiosa italiana ‘Ndrangheta y que fueron detenidos en el momento de el abordaje, así como un ciudadano croata -asociado al Cártel de los Balcanes- y otro de nacionalidad serbia. Ambos coordinaban el operativo desde Las Palmas de Gran Canaria, donde fueron detenidos.
Paralelamente se realizó un registro en el domicilio de uno de ellos, en el que se encontraron diversos dispositivos móviles desde los que se coordinaba el transporte de la droga, así como documentación que permite vincular a los detenidos entre sí. El Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas ha decretado prisión incondicional para todos los detenidos.
Para la Guardia Civil, esta investigación pone de manifiesto la estabilidad en el tiempo de las grandes organizaciones criminales europeas gracias a su capacidad para desplegar a su personal en diferentes localizaciones durante largos periodos de tiempo. Por otro lado, también destacan la importancia geoestratégica de Canarias dentro del narcotráfico marítimo. Las Islas Canarias son un punto importante. El modelo de rutas internacionales está cambiando y en África es cada vez más común encontrar buques mercantes que distribuyen carga a buques más pequeños.
Las alarmas saltaron cuando, el 27 de julio, se detectó un viaje inusualmente largo del Rossio, con los dos ciudadanos italianos a bordo. Su destino, al que llegaron el 2 de agosto, se fijó en un punto aislado del océano Atlántico, en el golfo de Guinea. Tras recibir la mercancía inició su regreso, pero tres días después, el velero fue abordado por efectivos de la Unidad de Intervención Especial (UEI) con el apoyo de la embarcación Río Guadiato del Servicio Marítimo y un avión de la Guardia Aérea. Civil.
La detención en el mar fue la culminación de un largo proceso. La investigación comenzó hace más de un año, en marzo de 2022, cuando la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, a través de intercambios de información con la policía croata, país de donde procedía el barco, comenzó a sospechar que la embarcación podría ser utilizado para enviar cocaína desde América del Sur. A partir de entonces, la Guardia Civil comenzó a vigilar las actividades de la tripulación del velero. Llamaba poderosamente la atención cómo los ciudadanos italianos eran capaces de mantener un alto nivel de vida sin trabajar y dedicándose exclusivamente a mantener el barco en buen estado. Para intentar parecer normales, realizaban pequeños viajes de forma espontánea entre Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria.