Carr trabajó como actriz, tanto en cine como en teatro, y en ese momento admitió que No priorizó su salud.alimentándose de café y barritas energéticas.
Sin embargo, todo cambió una mañana de 2003 después de que se despertara sintiéndose especialmente mal. Después de ir al médico descubrió que los síntomas que padecía eran una indicador de cáncer.
El diagnóstico de Carr fue Hemangioendotelioma epitelioide (EHE), un extraño cáncer vascular situado en el revestimiento de las arterias, el hígado y los pulmones que sólo afecta al 0,01% de los pacientes con cáncer. A su vez, este tipo de enfermedad se destaca porque No hay cura.
En la web oficial de Carr, donde anuncia sus libros, la autora explica que el momento del diagnóstico despertó en ella “un profundo deseo de deja de reprimirte y empieza a vivir como si fuera grave.” Ante esta investigación, comenzó a preocuparse por su salud, iniciando una “peregrinación de autocuidado“que nunca ha abandonado.
“Ahora, mi vida es verdad y increíblemente mágico, incluso vivir con cáncer”, explica la afectada en su página web.
Un duro revés le hizo cuestionarse todo
Sin embargo, Carr sufrió un duro revés en 2008 que le hizo cuestionarse su filosofía y positivismo ante la enfermedad: su padre murio de cancer.
“Cuando mi padre estaba muriendo, mi mundo se estaba desmoronando y estaba por cumplir 20 años de vivir con cáncer; “De repente perdí la energía para correr”, dijo Carr en declaraciones recogidas por el medio estadounidense Metro.
Los métodos que tuvo el afectado para mantener la calma empezaron a fallar, llegando a sentir que todos sus preceptos eran vacíos y sin sentido. Por primera vez desde el diagnóstico, la perspectiva de Carr cambió y decidió que lo mejor era deja de enfrentar tus sentimientos.
A pesar de seguir valorando el positivismo, nuestra protagonista, bajo la guía psicológica profesional, comenzó a profundizar en él. sentimientos relacionados con el dolor y con otras emociones difíciles
Uno de los principales pilares en los que basó su nueva filosofía fue que “tanto el dolor como el trauma deben ser presenciados“. Esto se refiere a una terapia conversacional en la que los movimientos oculares se desensibilizan y reprocesan para tratar síntomas relacionados con el trauma y el trastorno de estrés postraumático.
Actualmente, Kris ha manifestado que ha decidido adoptar un lema que le enseñó su abuela: “No maldigas la oscuridad, enciende una vela“.
medicina occidental
Kris Carr ha expresado que, aunque su cáncer no tiene cura, se considera afun de la medicina occidental.
Además, ha informado que tiene un oncólogo al que quiere y que vigila su estado. “Recomiendo encarecidamente que los pacientes con cáncer (en realidad, todos los pacientes) incluyan médicos de mente abierta y bien capacitados“, recomendó.
“La enfermedad no es una situación de esto o lo otro, ni tampoco lo es la salud. Sé el puente. Encuentra el puente. Brilla con luz propia“, Esta terminado.