La actuación, enmarcada en el plan de reactivación del patrimonio municipal, “busca continuar los trabajos de recuperación de los dólmenes y también del foxo do lobo, porque va a ser un atractivo turístico. Aquilo es cheo de xente todos los fines de semana”, describió el alcalde, Plácido Álvarez, sobre la trampa medieval para la caza del lobo que se recuperó el año pasado. “Continuaremos esta campaña, pero aún habrá una parte, porque dividiremos la intervención entre el zorro y la mamoa, ubicadas en las inmediaciones. Aspiramos, en el futuro, a contar con la colaboración de la Xunta de Galicia para completar la intervención y así trasladaré al concejal”, afirmó Álvarez Dobaño. La intervención en el ‘foxo do lobo’ contempla la consolidación y restauración integral de sus muros“con sus capas superiores colocadas durante un tramo no menor a 40 metros”, incluye el proyecto, que busca continuar con la intervención realizada en 2022 y ampliar la altura del cierre a los 2,20 metros que tendría en el pasado.
Respecto a la mámoa, una de las 13 situadas en la necrópolis de Veiga de Maus de Salas, está prevista una intervención para frenar su actual deterioro, recuperándola para su incorporación al recorrido megalítico. Según el proyecto firmado por los expertos David Pérez y José María Eguileta Franco, “el monumento conta cunha cámara excepcional”, tanto por su tamaño -entre los mayores de la zona, afirman- como por su tipología “aparentemente un corredor anta indiferenciado, pranta y elevado”. Los trabajos consistirán en la definición de la planta para su posterior consolidación, para proponer, en una segunda fase, su rehabilitación arqueológica. Asimismo, se limpiará toda la zona y se señalizará el camino de acceso a la misma, además de la instalación en el bosque adyacente de una serie de escenas de la la vida cotidiana en el neolíticofabricado en acero corten.