Yarden Roman, añorada en el rocódromo desde su secuestro a manos de Hamás


Yarden Roman fue secuestrada por Hamás en su kibutz de Israel y su comunidad se enfrenta cada día a la terrible aplazamiento de su libertad. De momento su nombre no aparece en la nómina pero no pierden la fe. La recuerdan donde siempre la veían sonreír: escalando.

“Esta es una guisa de reunirnos todos los que nos preocupamos por ella. Sentimos como si ella estuviera aquí con nosotros”

Se agarran a las presas del rocódromo con fuerza. Así se sienten más cerca de Yarden, puesto que ella escalaba con frecuencia. Es toda una experta en ese deporte y por eso familiares y amigos de la deportista han querido aliviar su dolor por la aplazamiento subiendo estas paredes. No saben nulo de ella desde el ataque de la facción terrorista Hamás en el kibutz Be’eri el 7 de octubre.

Cientos de desaparecidos, cientos de muertos: “Yarden, mi hermana, está rehén de Hamás. La extrañamos y esta es una guisa de reunirnos todos los que nos preocupamos por ella. Sentimos como si ella estuviera aquí con nosotros”, explica su hermano Gigi Roman.

Salvó a su hija de 3 abriles

Su hermano, devastado, recorre las ruinas de la casa donde vivía Yarden con su marido y su hija de tres abriles. Los terroristas se la llevaron: “Mi hermana estaba con su hija y se la entregó a su marido, él corría más rápido y pudo huir de un hombre armado de Hamás”.

Los dos se escondieron en el bosque y salvaron la vida. Ahora, en sus camisetas hay escrito un deseo: ‘Traednos a Yarden de reverso a casa’. Todos esperan que sea una de la liberadas en estos días de tregua: “Es angustioso, es otra montaña rusa por la que tenemos que suceder, con la expectativa de tomar esa citación que nos diga que vuelve mañana a casa”.

Y, mientras, siguen escalando… Así el tiempo pasa de otra guisa.

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