El futuro de las carreteras gallegas será inteligente


La tecnología avanza a velocidad de mareo, asentando las bases del que será el mundo del futuro: más efectivo, seguro y conectado. Pocos son los sectores que no se pueden beneficiar de los nuevos avances como el Big Data o la inteligencia sintético, y que ya hemos pasado aplicados en ámbitos relacionados autonómicos como la educación, la sanidad o el empleo. Ahora, con actitud de no quedarse detrás en lo que a la movilidad respecta, Galicia desafío igualmente por su implementación en la papeleo de la red viario de la Comunidad, lo que permitirá no solo mejorar exponencialmente su mantenimiento, sino igualmente, a medio y derrochador plazo, el despliegue de otras tecnologías como el coche autónomo o la transmisión de datos en tiempo efectivo.

«La movilidad se puede beneficiar exponencialmente de estas tecnologías», explica a este diario Francisco Menéndez, director de la Axencia Galega de Infraestruturas, de la que depende la Organización de Digitalización e Innovación en materia de Carreteras de la Comunidad. Menéndez recuerda que «nuestra despacho de carreteras viene del siglo XIX» y que, si adecuadamente de ella heredamos información muy valiosa, gran parte está aún en papel.

Por ello, una de las primeras líneas de interpretación de la despacho pasa por crear un archivo electrónico y configurar una cojín cartográfica digital que contará con los datos de expropiaciones digitalizados. Esto supondrá un ayer y un posteriormente en la papeleo de la propiedad, porque en Galicia «hay unos 5.500 kilómetros de carretera que atraviesan cientos de miles de fincas», y contar con esta información «nos permitirá conectarnos con el catastro, regularizar la situación de todas las fincas o, por ejemplo, compulsar la información en procesos de compraventa».

Parejo digital en 3D

A partir de esta información, se vectorizarán todos los medios de las calzadas en capas específicas para desarrollar una suerte de idéntico digital en dos y tres dimensiones. Entre otros, incluirá la señalización; barreras y estructuras como obras de paso, muros o taludes; el borde de la zona de dominio manifiesto y la semirrecta meta de edificación, creando un maniquí imaginario muy fiel a la red de carreteras. A su vez, se trabajará en la estandarización de procesos mediante una dotación de precios para la construcción, conservación y explotación de las vías; un pliego de instrucciones técnicas, y la aggiornamento de las instrucciones de redacción de proyectos.

Más agilidad

«A la hora de desarrollar un plan, contar previamente con la información en 3D nos permitirá guardar costes y ser más ágiles», explica Menéndez. Gracias a esta táctica, adicionalmente, la inversión pública y en labores de conservación de carretera será más efectivo, «identificando mejor los problemas mediante una toma de decisiones más basada en datos«; es opinar, »sistematizada y objetiva«.

Otro de los retos es, mediante medios inteligentes de transporte —como mecanismos de cuenteo automatizado de vehículos, estaciones de cabida automáticas o sensores— conocer el estado en tiempo efectivo de las calzadas. A partir de los datos recopilados, se implementarán sistemas de inteligencia sintético que permitirán dar un enfoque predictivo a las labores de conservación, anticipándose a posibles problemas de infraestructura o circulación. Un ejemplo de esta semirrecta de interpretación son las pruebas piloto realizadas con drones este verano para ubicar puntos deteriorados del asfalto a través de imágenes, que son automáticamente analizadas y procesadas y permiten la concepción inmediata de informes.

Eventualmente, esta será la información que se trasladará a los vehículos autónomos para simplificar su despliegue, uno de los retos que se plantea la despacho a derrochador plazo. Con todo, «de guisa inmediata nos vamos a rendir de todos los datos que captan los vehículos hoy en día a través de la sensórica de la que disponen, capaz de transmitir casi en tiempo efectivo», explica Menéndez, y «podremos memorizar si en un momento hexaedro se están produciendo frenazos; si hay baches, por excesivas vibraciones, o si hay problemas concretos en el estado de las carreteras«.

Con esta táctica igualmente se abordará uno de los problemas de seguridad «con peor crecimiento» de los últimos abriles: los accidentes relacionados con animales en la calzada. Es una tarea difícil ya que, como explica Menéndez, los cierres de las vías de adhesión capacidad son ingestionables en las de beocio impacto oportuno a que tienen múltiples accesos. Por este motivo, la despacho puso en marcha un proceso de negocio pública innovadora para la financiación de proyectos de I+D+i que, «aprovechando las nuevas tecnologías», atajen esta cuestión de forma efectivo. Hasta entonces, ya se están contemplando medidas como cámaras o sensores que detecten la presencia de fauna en las vías, sistemas de iluminación inteligentes o usar la IA para detectar puntos conflictivos y predecir donde podría cruzarse.

Esta táctica transversal —en la que se invertirán 20 millones hasta 2027 cofinanciados a través del software Feder Galicia— supondrá un cambio de ideal, no solo en la seguridad en la calzada, sino igualmente en la papeleo de contratos, en la conservación y en la explotación de la misma; y se hará de la mano de una cachas desafío por la formación del personal involucrado. «Nuestra idea es crear un sistema de papeleo digitalizado que, lógicamente, posteriormente habrá que ayudar y mejorar», explica Menéndez, «pero ya no requerirá tanta investigación» y el uso de estas tecnologías en las calzadas «se convertirá en nuestro día a día». Y es que, tal y como indica, «esto ha llegado para quedarse».

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